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No sólo en México hay intelectuales fifís
U

no. El señor Iván Padilla, presidente de la 36 Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara, celebró en conferencia de prensa el carácter diverso y plural que habría tenido el importante encuentro de editoriales, escritores, y políticos opositores a la Cuarta Transformación.

Dos. Sería interesante, entonces, indagar en el criterio diverso y plural para otorgar la Medalla de Plata Carlos Fuentes al ignoto bibliómano Alberto Manguel, autor de textos intemporales, y con una trayectoria similar a la de Silvestre Paradox, divertido personaje de una novela del gran Pío Baroja.

Tres. Oriundo de Argentina (1948), Manguel cuenta con ciudadanía israelí y canadiense. A veces radica en Francia, otras en Italia y Estados Unidos o, de plano, en cruceros de lujo. Envidiable hoja de vida, junto con una sorprendente capacidad para conseguir doctorados honorarios, condecoraciones y premios varios.

Cuatro. En serio o en broma, el crítico George Steiner (1929-2020) calificó a Manguel de Don Juan de las bibliotecas. Otros, en cambio, le agradecen por estimular la convicción de no cultivar una vida libresca, sino entretejer los libros con la vida. ¿De veras?

Cinco. A finales de 2015, Manguel hizo un alto a sus interminables giras por el mundo y, raudo, acudió al llamado de Mauricio Macri y su ministro de Cultura, Pablo Avelluto, ex chief executive officer (CEO) de Random House Mondadori Argentina, ex locutor del programa de radio El bulo de Merlin y exégeta de su golpe de Estado favorito (sic), en referencia al bombardeo a cielo abierto de la Plaza de Mayo que llevó al derrocamiento de Juan Domingo Perón (1955, más de 300 muertos, entre niños y civiles, y miles de heridos).

Seis. Apoyado por el Ministerio de Modernización (sic) que Macri se sacó de la manga, Avelluto empezó su gestión despidiendo mil 400 funcionarios en distintas áreas (comunicación, investigación, difusión, publicaciones). En tanto, acomodaba a Manguel en la dirección de la Biblioteca Nacional Mariano Moreno (BN), donde desmanteló la extraordinaria labor desplegada durante 10 años por el filósofo Horacio González, su antecesor en el cargo.

Siete. Basta con recordar que en abril de 2016, poco antes de la posesión formal de Manguel, oliendo caca neoliberal en el aire, más de 400 intelectuales del mundo respaldaron la obra de González en la BN (John M. Coetzee, Paco Ignacio Taibo II, Alan Badiou, Marc Auge, Jacques Ranciére, Roberto Fernández Retamar, Toni Negri, entre otros).

Ocho. El interpelado no se dio por enterado, y en el primer día de trabajo apareció en la BN con dos custodios armados, y otro de uniforme en la entrada del edificio. Los empleados más viejos recordaron que desde la dictadura militar no se veían armas en la BN. Y allí, Manguel empezó a resolver lo político. O sea, que el personal aceptara, pasivamente, dejar sus puestos de trabajo (240 despidos). Un atropello que derivó en la interrupción de un sinfín de actividades culturales gratuitas, calificadas por los CEO de deficitarias (recitales, conferencias, conciertos, presentaciones de libros, y talleres que se dictaban en la institución).

Nueve. Simultáneamente, en los primeros cinco meses de gestión, Manguel echaba mano a 50 mil dólares de la BN para costear sus conferencias alrededor del mundo, ordenando que el desfalco no quedara registrado en resoluciones oficiales. Y a diario, costeaba sus comidas en restaurantes del exclusivo barrio de Recoleta, mediante canjes publicitarios.

Diez. En 2017, un empleado le dijo con despecho: “¿Y a vos quién te conoce?’” Entonces, Manguel dispuso que todo el personal de la BN concurriese, obligatoriamente, al curso Introducción a la obra de Alberto Manguel, cuyo primer conferencista fue… Alberto Manguel. El investigador Roberto Baschetti, uno de los despedidos en la BN, asegura que Manguel pertenece a la fauna de los intelectuales que escriben lindo y vuelan bajito.

Once. Intelectual convencido de la superioridad moral y económica del trabajo intelectual sobre el material, Manguel sostenía en entrevistas y presentaciones que el modelo cultural argentino (sic), no podía seguir siendo el del poema nacional, Martín Fierro: “Tenemos que encontrar otro modelo, menos folklórico… Yo no me siento representado por ningún gaucho, y menos por un gaucho matrero” (sic).

Doce. Astutamente, Manguel renunció a la dirección de la BN poco antes de la derrota electoral de Macri (2019). Y en sociedad con una empresa de turismo, se embarcó en un crucero literario por el Mediterráneo. Un libro por puerto y mil historias para compartir, según los organizadores. El buque partía de Italia, y a lo largo de 10 días tocaba los puertos de Sorrento, Capri, Venecia, La Valetta (Malta), Corfú (Grecia), Kotos (Montenegro) y Rijena (Croacia), al módico precio de 6 mil dólares. Comidas especializadas, servicio de spa y chocolate belga, incluidos.