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Moscú envía refuerzos militares a la región de Járkov

Rusia y Ucrania se acusan de lanzar ataques aéreos contra dos hospitales

La ONU exige crear un perímetro de seguridad para la planta nuclear de Zaporiyia

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▲ Los combatientes del ejército ucranio patrullan en las inmediaciones del territorio recuperado en torno a la ciudad de Járkov.Foto Afp
 
Periódico La Jornada
Sábado 10 de septiembre de 2022, p. 17

Grakové. Al menos dos hospitales fueron bombardeados ayer en las regiones de Donietsk y Sumi, mientras el ejército ruso envió refuerzos rumbo a la provincia oriental de Járkov, después de que las fuerzas ucranias indicaron que hicieron avances en su contraofensiva en esa parte del país.

Autoridades de la autoproclamada República Popular de Donietsk, respaldadas por Rusia, denunciaron que el ejército ucranio realizó ataques aéreos sobre la región, lo que dejó al menos siete muertos y 27 heridos, y bombardearon el hospital del distrito de Kalininski, en la ciudad de Donietsk, pero hasta el cierre de esta edición se desconocía el saldo. Testigos alertaron que el techo del inmueble estaba en llamas.

Por otro lado, aviones rusos lanzaron bombas contra el nosocomio de la ciudad de Velika Pysarivka, en la frontera rusa, lo que produjo un número no determinado de víctimas, informó el gobernador de la región de Sumi, Dmytro Zhivitskí. La aviación rusa, sin cruzar la frontera ucrania, disparó contra un hospital. Las instalaciones fueron destruidas, hay heridos, alertó Zhivitskí, mientras Moscú negó haber atacado a civiles.

Las agencias de noticias no pudieron verificar independientemente las informaciones sobre el campo de batalla.

El Ministerio ruso de Defensa notificó por la mañana un despliegue de fuerzas hacia la región ucrania de Járkov, y difundió un video que muestra varios camiones militares transportando cañones y vehículos blindados, sobre los que aseguró se apresuran a defender la zona. El Kremlin se negó a comentar el avance ucranio.

Vitali Ganchov, responsable de la administración de ocupación de Rusia en esa área, aseveró en la televisión rusa que varios combates encarnizados se libraban en torno a la urbe de Balaklia, pero reconoció que una sección de su línea del frente se derrumbó al sureste de la capital de Járkov, la segunda ciudad más grande del país eslavo.

El mero hecho de que nuestras defensas se hayan roto ya es una victoria sustancial para fuerzas ucranias, declaró Ganchov.

Agregó más tarde que su administración busca evacuar a los civiles de ciudades como Izium, el principal bastión y base logística de Rusia en la región, cerca del frente en el este. Señaló que combates encarnizados se libraban en torno a la ciudad de Balaklia y Shevchenkove. Ahí también las fuerzas ucranias intentan romper las defensas. Se han enviado refuerzos de Rusia, nuestras tropas están en capacidad de responder, afirmó.

El ejército ucranio indicó que tomó el control de la localidad de Volokhov Yar, en el perímetro de Járkov, y que pretendía seguir hacia el poblado de Kupiansk, un objetivo estratégico por ser el cruce de varias de las principales líneas ferroviarias que abastecen a las tropas rusas en el frente.

Las autoridades de Kiev publicaron material audiovisual de soldados izando banderas y posando delante de los carteles de las calles en pueblos y ciudades que se encuentran en una franja de territorio recuperado.

Una de las imágenes virales mostraba a soldados con bandera ucrania en alto en la autopista de Kupiansk, que antes estaba a más de 50 kilómetros dentro de la línea del frente ruso.

Kiev mantuvo a los periodistas independientes fuera de la zona y Reuters no pudo confirmar las imágenes, pero el presidente Volodymir Zelensky indicó que su ejército liberó 30 asentamientos y recuperó más de mil kilómetros cuadrados en la región de Járkov y la sureña de Jersón.

Pese a los avances ucranios, el gobernador del área, Oleg Sinegubov, desaconsejó que los habitantes regresaran a sus casas, ya que aún falta electricidad y gas.

Reunido con el secretario general de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, Jens Stoltenberg, en Bruselas, el secretario de Estado estadunidense, Antony Blinken, afirmó que la decisión de enviar refuerzos a Járkov muestra que Rusia paga un precio enorme por su ofensiva, lanzada hace más de seis meses.

Los indicios son positivos y vemos a Ucrania logrando un avance real, demostrable, de una forma decidida, declaró Blinken, pero muy probablemente esto va a durar un tiempo significativo.

En tanto, la mayor central nuclear de Europa en Zaporiyia operó ayer en modo de emergencia por quinto día consecutivo, lo que llevó al director del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, a pedir el establecimiento inmediato de un perímetro externo de seguridad para prevenir un accidente nuclear.

El OIEA indicó que nuevos bombardeos en la ciudad donde se halla la nucleoeléctrica tomada por los rusos provocaron un corte de luz que compromete la seguridad de las operaciones.

La central nuclear está ocupada por tropas rusas desde marzo y ha sido blanco en las semanas recientes de bombardeos que Rusia y Ucrania se imputan mutuamente.

Energoatom, el operador estatal de las nucleoeléctricas de Ucrania, señaló ayer que es imposible reparar las líneas de energía externas del complejo de Zaporiyia debido a los proyectiles, y que operar la planta en la modalidad isla conlleva el riesgo de violar los estándares de seguridad contra incendios y accidentes radiactivos.

Petro Kotin, presidente de Energoatom, denunció que las fuerzas rusas que ocupan Zaporiyia mataron a dos miembros del personal y torturaron física y sicológicamente a decenas. Han establecido un régimen de acoso policial contra los empleados desde el inicio de la ocupación, acusó Kotin en una entrevista con la agencia Afp.

Por otra parte, los ministros de Finanzas de la Unión Europea respaldaron un préstamo de 5 mil millones de euros para ayudar a Kiev a mantener en funcionamiento escuelas, hospitales y otras operaciones estatales.

La reconstrucción de Ucrania costaría 350 mil millones de dólares si la guerra termina hoy, señaló un comunicado conjunto publicado por el gobierno ucranio, la Comisión Europea y el Banco Mundial.