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Secularización sexual entre creyentes
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atólicas por el Derecho a Decidir de México (CDD México) es una organización civil de creyentes, que desde una perspectiva ética, católica y feminista trabajan desde hace 28 años por la defensa de los derechos sexuales y reproductivos de mujeres y jóvenes, incluido el acceso al aborto seguro y legal, y su vinculación con la justicia social, la democracia y la laicidad. Además de realizar trabajo de activismo e incidencia política, CDD México ha venido visibilizando las prácticas y actitudes tan cambiantes que ocurren en la comunidad de creyentes a través de estudios y encuestas que permiten monitorear las mutaciones culturales en temas tan poco estudiados como los relacionados con la vida sexual y ­reproductiva.

Dicha organización recién presentó los resultados de la Encuesta de opinión sobre religión, política y sexualidad en México 2021. La muestra probabilística alcanzó a mil 80 personas mayores de 18 años, de las cuales 78 por ciento se identifica de religión católica, 11 por ciento evangélica, 11 sin filiación religiosa, 7 creyentes sin filiación institucional, 3 por ciento agnóstica y 1 por ciento atea. Noventa y dos por ciento afirma creer en Dios y 6 por ciento no creer.

Para 69 por ciento de la población consultada la religión es importante en sus vidas: 58 por ciento afirmó rezar y orar todos los días o varias veces a la semana, 14 por ciento reza u ora una vez a la semana, 15 sólo en ocasiones especiales y 8 por ciento manifestó́ no hacerlo nunca. Asiste a misa sólo en ocasiones especiales 32 por ciento, 31 por ciento una vez por semana, 17 por ciento una o dos veces al mes, 9 por ciento va todos los días o varias veces a la semana y 10 por ciento nunca va.

De acuerdo con la encuesta, en comparación con una previa realizada en 2014, hay una tendencia significativa hacia la mayor aceptación de las libertades sexuales y reproductivas entre creyentes de la religión católica, con menor proporción entre quienes se identifican como evangélicos, y mucha más aceptación entre quienes no tienen filiación religiosa. Son de destacar las notorias diferencias por nivel de escolaridad, a mayor nivel mayor apertura, tal como ocurre entre las nuevas generaciones.

La filiación religiosa es un factor relevante: mientras 62 por ciento de las personas católicas apoyan el matrimonio entre personas del mismo sexo y 49 apoya la adopción en este tipo de parejas (en 2014 este apoyo fue de 59 y 42 por ciento), entre personas evangélicas el apoyo es tan sólo de 26 y 23 por ciento, respectivamente. Entre personas sin filiación religiosa 80 por ciento está en favor del matrimonio igualitario y 71 en favor de la adopción por parte de éstas parejas. Las mujeres tienden a mostrar mayor aceptación al matrimonio y a la adopción por parte de parejas de personas del mismo sexo que los hombres, también las juventudes y quienes tienen mayor escolaridad; 80 por ciento de jóvenes encuestados (de 18 a 29 años) con diferente o ninguna filiación religiosa están en pro del matrimonio entre personas del mismo sexo y 70 en favor de la adopción por parte de estas parejas; entre mayores de 45 años sólo la mitad se manifiestan a favor. Sesenta y siete por ciento de quienes tienen educación superior apoyan el matrimonio igualitario y 51 la adopción, apoyo que es de 32.5 por ciento entre personas sin estudios o sólo con primaria.

Para 81 por ciento de personas católicas el aborto debe estar permitido en algunos o todos los casos, así opinan 64 por ciento de evangélicos y 97 por ciento de quienes no tienen filiación religiosa. El 25 por ciento de las personas con estudios universitarios consideran que por ley el aborto debe estar permitido en todos los casos, opinión sobre la cual se pronuncian sólo 4 por ciento de las personas sin estudios o con nivel de primaria.

Rechazan la educación religiosa en las escuelas públicas 64 de católicos, 66 de evangélicos y 92 de quienes no tienen filiación religiosa. Setenta por ciento de las personas encuestadas consideran que la educación sexual es un derecho que se debe garantizar a niños, niñas y adolescentes, 95 por ciento apoyan que se les hable de anticonceptivos, 78 por ciento está de acuerdo en que se les informe sobre el aborto en las situaciones en que está permitido por la ley. Ochenta y dos por ciento de católicos, 61 de evangélicos y 95 sin filiación religiosa están de acuerdo en que se enseñe el derecho a vivir libremente la sexualidad, sin importar la orientación sexual.

La encuesta de CDD abarca diversas implicaciones de la educación sexual y del aborto, temas de laicidad, objeción de conciencia y efectos en la confianza a la Iglesia católica por los abusos sexuales, entre otros temas que no puedo contemplar en este espacio. Información que ofrece pautas clave a considerar en las políticas públicas de educación sexual, de salud reproductiva y para la política de población.

Sin duda, crece en México la secularización sexual, la distancia progresiva entre vida sexual y valores religiosos, que ocurre aun entre creyentes, término acuñado por J. Weeks (Sexualidad, Paidós/UNAM, México, 1998).

*Secretaria general del Conapo

Twitter: @Gabrielarodr108