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Despertar en la IV República

¿De qué sirve la historia del derecho?

A

punto de enfrentarme de modo presencial a un grupo de 30 o 40 jóvenes del primer año de la carrera de derecho, tengo que buscar la forma de interesarlos genuinamente en un asunto tan abstracto como la historia del derecho mexicano.

Cuando estudié para abogado, esta materia se impartía en el último año de la carrera y sólo provocaba interés en algunos de nosotros, aficionados por la historia. Pero ahora las cosas son distintas, los jóvenes están más atraídos por lo que les resulta útil, así que para interesarlos, necesito referirme a la política viva y no a la historia triste del derecho en México, que en muchos casos no corresponde a la realidad, sino a una fachada formal. La forma de interesar a los jóvenes es convencerlos del sentido utilitario y pragmático en lo que van a emplear casi 70 horas de sus vidas.

México ha vivido un siglo entero en el que ha predominado el autoritarismo. Los intervalos democráticos han sido muy escasos. Por lo tanto, las vidas de los mexicanos han sido moldeadas en gran medida por un régimen muy autoritario. Es en los últimos años que parece brotar la esperanza de un sistema más moderno, en el que por lo menos los resultados electorales sean respetados, así como los derechos fundamentales de los ciudadanos. Es muy importante que los jóvenes se interesen por saber cómo y por qué se generó este sistema y hasta qué punto podemos tener una recaída a partir de 2024.

He decidido concentrarme en la historia contemporánea para dotar a los alumnos de una visión de la vida pública actual y de las grandes tendencias que han conformado nuestras instituciones, una autoritaria que ha corrido desde la caída del Porfiriato en 1911 y la otra de la transición democrática reciente, la cual se puede considerar desde la primera alternancia en 2000 o en el cambio de régimen producido en 2018.

Si logramos entender el inevitable conflicto entre el autoritarismo y la democracia, podremos aspirar a una modernización política y electoral, así como a dejar atrás el primitivismo de instituciones concentradas en un solo hombre o en un solo partido.

Si deseamos interesar a los jóvenes en la historia del derecho mexicano, debemos convencerlos de que éste nace siempre de los hechos políticos y que, aunque no queramos interesarnos por la política, la política se interesará por nosotros y nos determinará.