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Arrestan a Caro Quintero tras nueve años prófugo
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▲ Esta imagen publicada por la FBI muestra el cartel de búsqueda de Rafael Caro Quintero.Foto Ap
Reportero y Corresponsales
Periódico La Jornada
Sábado 16 de julio de 2022, p. 4

Luego de casi nueve años de estar prófugo de las autoridades nacionales, y desde 1985 identificado como uno de los principales objetivos de la justicia estadunidense, fue reaprehendido en el municipio de Choix, Sinaloa, el narcotraficante Rafael Caro Quintero.

Tras su captura, las autoridades mexicanas tramitaban de manera expedita su extradición a Estados Unidos; sin embargo, durante la noche, la Fiscalía General de la República (FGR) informó que Caro Quintero permanecerá recluido en el Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso) número 1, en Almoloya de Juárez, donde será notificado de la orden de detención con fines de extradición y durante una audiencia jurisdiccional se hará del conocimiento del reclamado lo que la autoridad determine al respecto.

Caro Quintero se convirtió desde 1985 en un objetivo de la justicia estadunidense por ser uno de los autores del asesinato de Enrique Kiki Camarena Salazar, miembro de la agencia antidrogas (DEA, por sus siglas en inglés) que fue ejecutado en febrero de ese año en Guadalajara.

Nació en octubre de 1952 en Badiraguato, considerada la cuna del narcotráfico en México; es señalado como uno de los capos históricos por haber participado en la fundación del cártel de Guadalajara, que dio origen a la mayoría de las grandes organizaciones delictivas que operan actualmente en territorio nacional.

La Secretaría de Marina-Armada de México (Semar) dio a conocer que el arresto se llevó a cabo en coordinación con la FGR, con base en labores de inteligencia que se realizaban desde 2013, y que se le cumplimentaron dos mandamientos de aprehensión en su contra, así como una orden de extradición a Estados Unidos.

De acuerdo con fuentes federales, el capo se encontraba escondido en un rancho, y al advertir el arribo de las autoridades federales trató de huir entre la maleza de la zona, mientras algunos de sus escoltas fueron detenidos (sin que hasta el cierre de esta edición se hubiera informado oficialmente cuántos lo custodiaban).

El también llamado Capo de Capos “fue localizado entre matorrales por un elemento canino, de nombre Max, cuyo adiestramiento de búsqueda y rescate permitió su ubicación, habiendo sido puesto a disposición de la FGR”.

En cuanto a Enrique Camarena Salazar, originario de Baja California, México, se convirtió en agente encubierto de la DEA y con apoyo de Alfredo Zavala, piloto aviador que trabajaba para la Secretaría de Agricultura, descubrió en septiembre de 1984 el rancho El Búfalo, en el estado de Chihuahua, que tenía una extensión de mil hectáreas, en el que laboraban más de 700 jornaleros y se almacenaban más de 10 mil toneladas de mariguana.

Ese hallazgo provocó que los líderes del cártel de Guadalajara, organización en la cual Caro Quintero era uno de los jefes, ordenaran –según las investigaciones de la época– que el agente de la DEA y el piloto fueran privados de la libertad y posteriormente asesinados en la ciudad de Guadalajara. Sus cadáveres fueron descubiertos un mes después en el poblado de La Angostura, en Michoacán.

Debido a la persecución de los integrantes del cártel de Guadalajara, Caro Quintero huyó a Costa Rica, donde fue detenido en abril de 1985.

Se le abrieron seis procedimientos penales. La manera en que obtuvo la libertad en 2013 se debió a que tribunales federales, con sede en Jalisco, sobreseyeron cuatro de dichos procesos; es decir, dejaron sin efecto las sentencias impuestas en los juicios por delitos contra la salud y por los homicidios de cuatro personas, entre ellos los de Camarena Salazar y Alfredo Zavala, al considerar que había sido juzgado por una autoridad incompetente.

El capo fue liberado el 9 de agosto de 2013, pero se emitió una nueva orden de captura en 2015. Hasta ayer, Caro Quintero era prófugo de la justicia y el gobierno estadunidense ofrecía una recompensa de 20 millones de dólares por información que condujera a su arresto.

Durante el tiempo que estuvo prófugo –indican reportes de los órganos de inteligencia del gobierno mexicano–, Caro Quintero retornó a sus actividades de narcotráfico y operó con el cártel de Juárez y su brazo armado –identificado como La Línea– para apoderarse de zonas de Sonora que están bajo el control de Gente Nueva, una célula del cártel de Sinaloa.

De acuerdo con el tratado de extradición firmado entre México y Estados Unidos, es procedente la entrega a la justicia estadunidense de Caro Quintero.

La detención trascendió públicamente poco después de las dos de la tarde –hora del centro del país– y fuentes de alto nivel del gobierno mexicano informaron que se realizaban los trámites para su entrega a la justicia estadunidense, para lo cual fue trasladado a la frontera norte.

Sin embargo, después de las 21 horas, la FGR difundió que sería trasladado al Cefereso número 1, y que será un juez federal el que fije fecha y hora para una audiencia en la cual se oficialice el cumplimiento de la solicitud de extradición y determine su situación jurídica.