Editorial
Ver día anteriorJueves 14 de julio de 2022Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Encuentro en Washington: saldo positivo
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ras su encuentro con empresarios de Estados Unidos y México en Washington, el presidente Andrés Manuel López Obrador afirmó que empresas estadunidenses ofrecieron inversiones en nuestro país por 40 mil millones de dólares entre este año y 2024. De manera paradójica, aunque al menos dos de los asistentes a la reunión –el magnate Carlos Slim y el director general de Petróleos Mexicanos, Octavio Romero Oropeza– admitieron que las personas de negocios manifestaron sus dudas respecto a la política energética nacional, éste habría sido el rubro en el que se mostró más interés por invertir y al que se destinaría la mayor parte del monto planteado. El dueño de Grupo Carso incluso habló de una actitud muy positiva de compañías que ya tienen inversiones en el sector y que desean expandirlas.

Si bien es necesario matizar que tanto Slim como Romero Oropeza eludieron hablar de las cantidades comprometidas (el primero aseguró que no llegó a hablarse de cifras, y el segundo se limitó a decir que se trataría de miles de millones), el que se llevara a cabo el encuentro y las declaraciones vertidas a su término apuntan a una continuidad exitosa del proceso de integración económica. Esto constituye una buena noticia para México en la medida en que supone un factor nada desdeñable para reactivar la economía, crear empleos y, de esta manera, potenciar el bienestar y reducir el número de personas que se ven orilladas a migrar por falta de oportunidades. También hay evidentes beneficios para la parte estadunidense: además de las ganancias que las empresas obtienen al ampliar sus operaciones, el desarrollo dentro de la región norteamericana es una defensa frente a los choques externos y una ocasión para reorganizar los procesos productivos. De algún modo, puede decirse que este camino lleva a remontar la era del ex presidente Donald Trump, durante la cual se buscó activamente evitar que las inversiones atravesaran el río Bravo.

El saldo positivo de las conversaciones entre el gobierno mexicano y representantes del mundo de los negocios también es un varapalo para las voces que, a uno y otro lado de la frontera, han hecho ruido contra la presencia de la delegación oficial de nuestro país en Washington. Entre dichas voces se cuentan, por un lado, legisladores estadunidenses que critican de manera sistemática al presidente Joe Biden, pero también a cualquier político o movimiento de corte progresista. Muestra del grado de cinismo mendaz con que operan tales grupos se encuentra en las declaraciones del ultraderechista senador republicano Marco Rubio, quien se lanzó a calificar al mandatario mexicano como un líder que se hace ciego ante la crisis humanitaria en nuestra frontera compartida, cuando dicha situación ha sido causada precisamente por quienes, como él, esgrimen su xenofobia y su clasismo para negar cualquier posibilidad de reforma migratoria. Por otro lado, se encuentran los ya conocidos representantes de la oposición mediática y política que mantiene una campaña permanente para minimizar o distorsionar cualquier avance gubernamental en México.

Cabe felicitarse por que sea posible alcanzar acuerdos aun en este clima de sabotaje y con el telón de fondo de la crisis multidimensional que afecta a la totalidad del planeta, y es de esperar que pronto los anuncios realizados ayer se concreten en proyectos a beneficio del país.