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Renace el palacio en Venecia de una emperatriz melancólica
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▲ Tras décadas de abandono, la residencia de la emperatriz de Austria conocida como Sissi reabrirá hoy en Venecia.Foto Afp
 
Periódico La Jornada
Jueves 14 de julio de 2022, p. 7

Venecia. El palacio en Venecia de la emperatriz de Austria, conocida simplemente como Sissi, famosa por sus caprichos y vida melancólica, volverá a abrir hoy sus puertas al público después de décadas de abandono.

Tanto en los amplios salones como en el diminuto tocador de Isabel de Austria, el visitante se sumerge en la vida de la emperatriz, que también fue reina de Hungría, Bohemia y Lombardía-Venecia.

Sissi, entronizada por el cine en la década de los 50, tuvo en realidad una vida triste, era depresiva, con aneroxia y, pese a su belleza, vivió en la melancolía hasta su trágica muerte en 1898, a los 60 años, mientras paseaba por el lago Leman de Ginebra y un anarquista italiano, Luigi Lucheni, fingió tropezarse con ella y le clavó un estilete en el corazón.

Particularmente conmovedor resulta su tocador, con sus flores favoritas, que eran lirios del valle y acianos, fabricado completamente para ella”, contó a la Afp Jérôme Zieseniss, presidente del Comité francés para la salvaguardia de Venecia, la organización que financió la obra gracias a generosas donaciones.

Ella fue la noble que más tiempo vivió en este palacio (...) Recibía pocos invitados, le solían enviar fotos de mujeres jóvenes de toda Europa que querían compararse con ella y ver si eran tan hermosas, aseguró.

Andrea Bellieni, director del Museo Correr y administrador del palacio, ilustró la difícil personalidad de Sissi, compleja e introvertida, que no le gustaba la vida pública y aparentemente prefería salir por la noche en góndola.

Ubicado entre la Plaza de San Marcos y la desembocadura del Gran Canal, en el corazón de la Serenissima, el palacio tiene 27 habitaciones que requirieron 22 años de labores y 7 millones de euros para su restauración.

Tuvimos que sacar a cinco oficinas que se encontraban en sus habitaciones... No fue sencillo, admite Jérôme Zieseniss. Aunque la emperatriz de Austria fue uno de los huéspedes más ilustres, el palacio fue construido para el emperador francés Napoleón I, quien se convirtió en rey de Italia en 1805, pero no residió allí.

Luego pasó a ser de los austriacos durante 50 años, después llegaron los Saboya (la dinastía que reinó en Italia de 1861 a 1946), los verdaderos reyes de Italia, observa con malicia Zieseniss.