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Investigan deceso de una mujer en clínica clausurada en Tijuana
Corresponsal
Periódico La Jornada
Sábado 9 de julio de 2022, p. 22

Mexicali, BC., María José Chacón Herrera, de 38 años de edad, esposa del cónsul de Guatemala en Denver, Estados Unidos, Henry Ortiz, falleció el 4 de julio a consecuencia de una obstrucción de los vasos sanguíneos por glóbulos de grasa, tras viajar a Tijuana a practicarse una cirugía estética dentro de los servicios de turismo médico de esta frontera.

De acuerdo al número único de caso 0204/2022/28737, la mujer originaria de Guatemala murió ese día a las 17:37 horas, en las instalaciones de la Cruz Roja de Tijuana.

Especialistas médicos consultados indicaron que la causa del deceso fue obstrucción de los vasos sanguíneos por glóbulos grasos. En este caso, provocado por una cirugía estética. Al respecto, la Fiscalía estatal abrió la carpeta de investigación por homicidio culposo contra personal del Hospital Jerusalém de esa ciudad, responsable de la operación quirúrgica.

La Comisión Estatal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Coepris) reportó que durante una inspección al hospital se descubrió que el personal médico y de enfermería carecía de título y cédula profesional, entre otras irregularidades, por lo que fue suspendido y clausurado.

Cirugía estética derivó en la muerte de la paciente

La Coepris dio a conocer que el nosocomio estaba suspendido en su totalidad desde el 31 de enero de 2022 y fue clausurado el 20 de abril en forma definitiva, por lo que se le impuso una multa de 38 millones 550 mil 450 pesos, pero sus propietarios no han realizado el pago. Sin embargo, retiraron los sellos de clausura y efectuaron la cirugía lo que derivó en la muerte de una paciente.

El coordinador de Coepris, Edwin Areizaga, informó que el 31 de enero realizaron una visita de verificación al hospital donde se descubrió que carece de aviso de responsable sanitario, licencia sanitaria vigente, aviso de funcionamiento, y responsable en farmacia.

Además, el personal médico y de enfermería no tiene título ni cédula profesional y el establecimiento no tiene libros de control de sicotrópicos, estupefacientes y de recetarios autorizados. Se encontraron sin autorización más de 800 medicamentos de uso hospitalario exclusivo, tampoco contaba con ambulancia, con comisiones y comités protocolizados internos para operar en caso de suscitarse una emergencia.