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Plan de IMSS Bienestar genera dudas y paraliza la atención médica

Al desconocerse qué enfermedades cubre el nuevo esquema, personal de instituciones de sanidad opta por no hacer nada

 
Periódico La Jornada
Miércoles 25 de mayo de 2022, p. 19

Las dudas sobre los alcances del nuevo Plan de Salud a cargo de IMSS Bienestar persisten por la falta de información sobre varios asuntos. Uno tiene que ver con el mecanismo a seguir para que más enfermedades de alto costo sean cubiertas por el nuevo esquema, advirtió Janet Oropeza, investigadora de Fundar, Centro de Análisis e Investigación.

Resaltó que el gobierno federal impuso un tope al gasto del Fondo de Salud para el Bienestar (Fonsabi), el cual es de 32 mil millones de pesos cada año, lo que se suma al hecho de que la lista de males que causan gastos catastróficos no ha aumentado durante la actual administración.

En un foro virtual organizado por Fundar, la especialista mencionó que la entrada en operación del Insabi en enero de 2020 generó incertidumbre en las instituciones de salud, algunas de las cuales dejaron de atender a los enfermos.

Anteriormente, cuando operaba el Seguro Popular, los hospitales compraban las medicinas y luego solicitaban el rembolso. Con Insabi se tienen que esperar a que les envíen los tratamientos y al principio no hacían nada, por el temor a incurrir en alguna falta administrativa, indicó.

Ahora, con la decisión de que el IMSS Bienestar se haga cargo de garantizar el acceso a los servicios de salud, las dudas aumentaron porque no está claro, señaló la especialista, el origen de los recursos económicos y si se mantendrá el financiamiento del Fonsabi para las enfermedades de alto costo.

Pacientes pagan terapias

A su vez, Beatriz Rodríguez, presidenta de la Asociación de Enfermos y Trasplantados Renales, subrayó que la insuficiencia renal sigue siendo un tema olvidado y los pacientes sin seguridad social tienen que pagar las terapias con sus propios ingresos. Estas son de las más caras y aunque existe la alternativa del trasplante, también es un desafío porque los afectados deben tener garantizado, de por vida, el acceso al medicamento inmunosupresor para evitar el rechazo del órgano.