Política
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No doy declaraciones, repitió unas 50 veces

De ninguna manera violé la ley, asegura Adán Augusto López

Los reporteros le preguntaron sobre el presunto uso de recursos públicos para promover la consulta de revocación // Intentó alejarse en el Metro

 
Periódico La Jornada
Jueves 7 de abril de 2022, p. 5

Para eludir a los reporteros, el secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, optó por caminar aprisa por un costado de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, cruzar la avenida Pino Suárez y meterse al Metro Zócalo/Tenochtitlan. Luego, subirse a un vagón atiborrado sólo para bajarse a la siguiente estación, y de ahí abordar un taxi para volver al mismo punto de inicio: el edificio de la Corte, donde finalmente sí tuvo una reunión privada.

En el trayecto, el funcionario manifestó unas 50 veces: no doy declaraciones, sobre todo cuando se le insistía sobre las acusaciones por el presunto uso de recursos públicos para promover la consulta de revocación de mandato. A esa hora todavía no se había divulgado el resolutivo del Instituto Nacional Electoral en contra de funcionarios federales y estatales, él incluido, por hablar en favor del presidente López Obrador en tiempo de veda.

Al inicio de la huida, López Hernández expresó: Ya lo declararé en su momento ante la autoridad correspondiente.

–¿Violó la ley?

–De ninguna manera –sostuvo.

El recorrido –que terminó siendo un circuito– comenzó cuando los reporteros esperaban la salida de Palacio Nacional del embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, así como de directores del SAT y el empresario Ricardo Salinas Pliego.

Apareció el secretario de Gobernación platicando con la secretaria de Bienestar, Ariadna Montiel, y después se enfiló hacia la Corte.

Los reporteros corrieron para alcanzarlo y captar la imagen del funcionario entrando a ver a los ministros, pero de pronto se vio a un secretario de Gobernación titubeante y evasivo. Apuró el paso, dobló en Venustiano Carranza, atravesó la avenida Pino Suárez y se metió al Metro. Uno de sus elementos de seguridad le acercó un boletito blanco, del transporte colectivo y, pese a la insistencia, sólo se detuvo para repetir, con muchos matices, que no daría declaraciones que porque así es él, que porque no tiene esa costumbre y que porque llevaba prisa, de ahí que cualquier información habría que pedirla a las oficinas de comunicación social o de transparencia, señaló.

En la carrera se mezclaban las preguntas de los periodistas con las expresiones de algunos transeúntes como los chavos que le gritaron legalice la mota o el señor que soltó ¿se está dando su baño de pueblo?

El secretario llegó al andén y después de esperar un par de minutos se puso el cubrebocas y dio el salto para apretujarse en el vagón. Los comunicadores lo siguieron, así que optó por bajarse en Allende y encaminarse hacia el vehículo que lo llevaría de regreso, apenas unas cuantas cuadras, al Zócalo. Antes se acercó a los reporteros para decirles que les sea leve. Creyó que ya había dejado las preguntas atrás pero cuando salió de la Corte los comunicadores le insistieron, ahora, de la charla con el o los ministros.

Minutos después salió de la puerta principal de Palacio el presidente López Obrador, muy relajado, ataviado con su traje de beisbol para ir a ejercitarse.