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Chomsky: la guerra de Rusia contra Ucrania aceleró el reloj del juicio final
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▲ Patrullaje militar, ayer en Bu­cha, en las orillas de Kiev.Foto Ap
 
Periódico La Jornada
Lunes 4 de abril de 2022, p. 11

El renombrado intelectual y disidente Noam Chomsky habló con la organización Truthout sobre los recientes hechos en Ucrania y dio su visión sobre la cultura política en Estados Unidos, el universo ideológico del Partido Republicano, el fervor político y la prohibición de libros.

C. J. Polychroniou: Noam, los últimos reportes sobre la guerra en Ucrania indican que Rusia ha cambiado su estrategia con la intención de partir el país como Corea del Norte y del Sur, de acuerdo con funcionarios ucranios. Mientras, la OTAN refuerza el frente oriental, como si Rusia planeara invadir Bulgaria, Rumania y Eslovenia. Washington calla sobre la paz en Ucrania. Escuchamos a Biden pronunciar un discurso de masculinidad tóxica contra Putin en su reciente visita a Polonia que hizo que el presidente francés, Emmanuel Macron, le advirtiera no usar lenguaje incendiario, pues él trata de lograr un cese el fuego. ¿Alguna vez Estados Unidos ha creído que los conflictos pueden resolverse de otra manera que no sea la intimidación y el uso de la fuerza?

Noam Chomsky: En cuanto a la situación militar actual, existen dos versiones radicalmente distintas: la que nos es más familiar es la del jefe de la inteligencia militar de Ucrania, el general Kyrylo Budanov: el intento de Rusia de derrocar al gobierno ucranio fracasó, así que Rusia se repliega hacia el sur y este del país. Tiene ocupada la región del Donbás, al este de la costa del mar Azov, y planea un escenario coreano para dividir al país.

“El jefe de la Dirección Principal Operativa del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de la Federación Rusa, Sergey Rudskov, cuenta una historia diferente: una interpretación del misión cumplida en Irak, sin los elementos dramáticos. Dos historias con el mismo final que, sospecho, es el correcto.

“Occidente, de manera plausible, adopta la primera narrativa. Es decir, la historia de que Rusia es incapaz de conquistar ciudades a unos cuantos kilómetros de su frontera, defendidas por fuerzas militares muy limitadas, apoyadas por milicias.

“¿En verdad Occidente adopta esta historia? Sus acciones indican que prefieren la versión de Rudskov: una maquinaria militar rusa increíblemente poderosa y eficiente que, tras lograr sus objetivos en Ucrania, ahora se prepara para invadir Europa, y probablemente someterá a la OTAN. De ser así, es necesario reforzar el frente occidental de la alianza para prevenir una inminente invasión de esta fuerza monstruosa.

“Otra idea se sugiere sola: ¿será posible que Washington desee sacar provecho del gran regalo que Putin le dio, al dividir a Europa para justificar la necesidad de reforzar al frente oriental que, como bien se sabe, no está en peligro de invasión?

“Hasta ahora, Washington no se ha alejado de lo que planteó en aquel pronunciamiento político crucial de septiembre pasado, en que alentó a Ucrania a unirse a la OTAN y ‘concretar la estructura de defensa estratégica Estados Unidos-Ucrania y cooperación en materia de seguridad’, al proveer a esta nación con avanzados sistemas antitanque y otras armas, así como un ‘robusto programa de entrenamiento y ensayos que mantenga el estatus de Ucrania como socio de Oportunidades Óptimas para la OTAN’.

“Hay muchas discusiones rebuscadas sobre los profundos recovecos en el alma retorcida de Putin que lo llevaron a invadir Ucrania. Al recurrir a la agresión criminal, llevó sus ejercicios militares anuales más cerca de la frontera en un esfuerzo por llamar la atención para que se tomaran en serio las preocupaciones sobre seguridad de Rusia, mismas que sí son consideradas importantes por diplomáticos estadunidenses; directores de la CIA y muchos funcionarios de alto rango que advirtieron a Washington de lo insensato que era ignorar dichas preocupaciones.

“Quizá explorar el alma de Putin es el enfoque correcto para comprender la decisión que tomó en febrero de 2022. Hay otra posibilidad: tal vez quiso decir lo que él y otros líderes rusos desde Boris Yeltsin han repetido los últimos 25 años sobre la neutralización de Ucrania. Pese a que el dicho provocador de Biden fue silenciado en Estados Unidos, Putin bien pudo haberlo escuchado y por eso decidió escalar sus ejercicios anuales y llevarlos a la agresión.

“La prensa reporta que ‘Ucrania está lista para declararse neutral, abandonar su intento de unirse a la OTAN y promete no desarrollar armas nucleares si Rusia retira a sus tropas y Kiev recibe garantías de seguridad’.

“De ahí que, ¿desistirá Estados Unidos y hará esfuerzos para salvar a Ucrania de más miseria en vez de interferir con estos esfuerzos al rehusarse a participar en las negociaciones y mantener la postura expresada en septiembre pasado?

“La pregunta lleva al improvisado llamado de Biden a Putin de replegarse, sin ofrecerle vía de escape, que es reconocida como una virtual declaración de guerra y podía tener aterradoras consecuencias. Ésta causó considerable consternación en todo el mundo, aun en su equipo, que se apresuró a asegurar que sus palabras no significaban lo que él dijo.

“Biden explicó que su comentario fue un exabrupto espontáneo de ‘indignación moral’, repulsión ante los crímenes del ‘carnicero’ que gobierna Rusia. ¿Existen otras situaciones actuales que puedan inspirarle indignación moral?

Sí, hay casos en que Estados Unidos, como cualquier otra potencia hegemónica imperial, ha buscado resolver conflictos por vías pacíficas.

–En casa, los republicanos respaldan severas políticas contra Rusia, pese a que su gran líder continuamente cambia su cantaleta sobre Putin según los acontecimientos. ¿Por qué sigue habiendo apoyo entre los republicanos hacia Rusia y Putin, especialmente en el extremo derecho del espectro político? ¿Qué motiva a la extrema derecha a romper filas con el Partido Republicano en favor de Rusia, cuando una imponente mayoría de la opinión pública en el país apoya a Ucrania?

–No es sólo Rusia y Ucrania. Mientras Europa condena la política intransigente del premier Viktor Orban en Hungría, éste se ha vuelto muy querido por gran parte de la derecha estadunidense. Fox News y su principal presentador, Tucker Carlson, están a la cabeza, pero otros prominentes conservadores se unen en las odas al régimen protofascista cristiano nacionalista que Orban ha impuesto al destruir la libertad y la democracia en Hungría.

“Esto refleja el conflicto en el Partido Republicano o, para ser más exactos, lo que queda de lo que fue una formación política legítima y que ahora está a la par de facciones europeas con orígenes neofascistas.

“Trump aceleró la tendencia que comenzó cuando Newt Gingrich tomó el control del Partido Republicano hace 30 años. Y Trump ahora está siendo rebasado en su derechismo, algo inimaginable hasta hace poco. Mucho del liderazgo se enfila hacia el modelo de Orban y más allá, trayendo consigo a masas idólatras. Creo que el debate del partido sobre Rusia y Ucrania se debe analizar con esto como telón de fondo.

–Los abogados de los republicanos intensifican sus esfuerzos por prohibir libros sobre raza, como si la esclavitud y la opresión racial en Estados Unidos fueran imaginarias y no hechos históricos. ¿Existe nexo entre prohibir libros y limitar el derecho al voto? ¿Estos actos representan otra indicación de que en Estados Unidos se gesta una guerra civil?

–La prohibición de libros no es nada nuevo en Estados Unidos, y eliminar los votos de la gente equivocada es tan tradicional como el pay de manzana, por usar una frase hecha. Ahora regresan con más fuerza a medida de que la organización republicana, al sentir que volverá al poder, parece migrar hacia una especie de protofascismo.

Algunos cautelosos analistas predicen una guerra civil. Al menos, una crisis interna muy seria está tomando forma. Se ha hablado mucho del declive de Estados Unidos y hasta cierto punto es real, y su factor principal es intrínseco. Si lo vemos profundamente, mucho del deterioro social interno es resultado del impacto brutal de los programas neoliberales de los pasados 40 años. Es suficientemente malo que Hungría vaya a la deriva hacia un nacionalismo protofascista cristiano, pero cuando le pasa al Estado más poderoso en la historia del mundo, las implicaciones son ominosas.

–Imponer severas sanciones a países que se niegan a obedecer las órdenes de Washington es una táctica establecida en Estados Unidos. Incluso los académicos que viven en países bajo sanciones son tratados como indeseables. En general la cultura política de Estados Unidos no tolera que las voces disidentes sean escuchadas en la arena pública. ¿Quisiera comentar sobre las características fundacionales de la cultura política de Estados Unidos?

–Vale recordar que no es nada nuevo. Todos recordamos cuando el augusto Senado cambió el nombre de las papas a la francesa por el de papas de la libertad, en una furiosa reacción a la imprudente negativa de Francia a unirse al asalto criminal de Wa­shington contra Irak. Podríamos ver algo similar pronto si el presidente Macron de Francia, una de las pocas voces razonables en el círculo occidental, sigue llamando a la moderación de palabra y acción para explorar opciones diplomáticas. El caer fácilmente en el alarmismo viene de muy atrás, y ya había alcanzado profundidades ridículas cuando Estados Unidos entró a la Primera Guerra Mundial y todo lo alemán se convirtió en anatema.

“Europa se opone firmemente a las sanciones, pero como de costumbre, sigue a su amo, incluso al extremo de censurar el artículo de un filósofo iraní. El gran regalo de Putin a Washington fue intensificar esta subordinación a su poder.

“Puedo agregar aquí muchos ejemplos de mi experiencia personal, pero no debe pasarse por alto cómo lo maligno se extiende a distancias insospechadas.

“Vivimos tiempos peligrosos. Recordamos bien cómo el reloj hacia el apocalipsis pasó de marcar minutos a marcar segundos bajo Trump, y ahora está a 100 segundos de llegar a la medianoche, o el final. Los analistas que ponen a tiempo ese reloj dan tres razones: guerra nuclear, destrucción ambiental y el colapso de la democracia y de la libertad en la esfera pública, lo cual socava la esperanza de que ciudadanos informados y entusiastas impulsen a sus gobiernos a resistir la carrera hacia el desastre.

“Esta guerra en Ucrania ha exacerbado las tres tendencias desastrosas. La amenaza nuclear se incrementó claramente. La imperiosa necesidad de reducir considerablemente el uso de combustibles fósiles ha sido revertida por la adulación de los destructores de la vida en la Tierra que proclaman su compromiso con salvar la civilización de los rusos. La democracia y la libertad están en ominoso declive.

“Esto evoca lo que pasó hace 90 años, pero ahora hay mucho más qué perder. Entonces, Estados Unidos respondió a una crisis y sirvió de guía hacia la democracia social, en gran medida revitalizada por el ímpetu del movimiento laborista, mientras Europa se hundió en la oscuridad fascista.

Lo que ocurrirá ahora es incierto. La única certeza es que depende de nosotros.

Entrevista publicada en Truthout en: https://bit.ly/37bYaIu

Versión completa en: https://www.jornada.com.mx/notas/2022/04/03/politica/chomsky-la-guerra-de-rusia-contra-ucrania-acelero-el-reloj-del-juicio-final/

*Politólogo, economista y periodista.

Traducción: Gabriela Fonseca