Tras más de 67 años de exhibir y difundir sus obras los fines de semana en el jardín del Arte de San Ángel, alcaldía Álvaro Obregón, los artistas de las plazas de El Carmen y San Jacinto son presionados por el gobierno de Lía Limón para que paguen por el uso de suelo, a pesar de que las normas que regulan el espacio público establecen que la promoción artística está exenta de cobros.

Desde hace un mes, personal de Mercados y Vía Pública, así como el director de Jurídico y Gobierno de la demarcación, Joaquín Meléndez, han intentado, sin un proceso claro y apegado a la ley, conocer la identidad de cada artista.

Exigieron a su representante, Eduardo Zúñiga Espinoza, el padrón de la Asociación del Arte, que desde hace más de seis décadas se promociona en el espacio público.

Ante la solicitud, el dirigente pidió a los servidores públicos hacerlo mediante un oficio en el cual se explique el motivo legal del requerimiento, porque el artículo 304 del Código Fiscal de la Ciudad de México, que regula el comercio en vía pública, señala claramente que: Los giros de libros nuevos, libros usados, cuadros, cromos y pinturas, como promotores de cultura, quedan exentos de pago.

Los artistas se acercaron a la alcaldesa el 24 de marzo, pero los vio, comentaron, con actitud grosera, déspota y mal educada, e incluso los acusó de lucrar con el espacio público sin pruebas, comentó Zúñiga.

La asociación de artistas del jardín del Arte surgió en la década de los 50; jóvenes estudiantes que querían expresarse montaron una galería en una vecindad del barrio universitario.

La presentación de los trabajos empezó a ser conocida y llegaron muchas personas para conocer las pinturas del grupo de los 23 escalones, como se les conocía a estos estudiantes, porque había que subir este número de niveles para llegar a la exhibición.

La fama que alcanzaron las exhibiciones, recordaron los más viejos de la asociación de artistas, les permitió presentar sus obras en el espacio público. Empezaron con las presentaciones en la calle Sullivan hasta extenderse a San Ángel, en las plazas del Carmen y San Jacinto, donde de manera ininterrumpida se instalaron cada fin de semana hasta que llegó la pandemia, añadió Eduardo Zúñiga.