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Arte rupestre que emerge del mar
La ola de violencia no ha perjudicado las visitas a la zona
 
Periódico La Jornada
Lunes 21 de febrero de 2022, p. 7

La ola de violencia que desde hace unos años repuntó en varias entidades del país, entre ellas Sinaloa, no ha perjudicado las visitas a la zona arqueológica de Las Labradas, asegura Joel Santos, responsable de las investigaciones que realiza el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en dicha zona ubicada a 60 kilómetros en el norte de Mazatlán.

“En 2013, año de apertura del sitio rupestre al público, realizamos nuestro primer registro de visitantes y contamos 4 mil personas. En 2018 fueron 16 mil. Es decir que (en promedio) acudían 2 mil visitantes más cada año.

Al principio, los problemas de inseguridad que se padecían eran asaltos en la carretera y en la playa. Sin embargo, poco después cesaron. Esto demuestra la importancia de desarrollar proyectos de recuperación del patrimonio cultural en zonas rurales, pues se generan empleos y repele a la delincuencia.

En 2020 y 2021 se vivió la peor crisis en Las Labradas por la pandemia de covid-19. El número de trabajadores se redujo por la política de austeridad y aunque se contaba con vigilancia las 24 horas, durante todo el año, un velador hizo falta los fines de semana, trabajo que Santos asumió pese a varias contrariedades.

“Me hice cargo de la vigilancia durante esos días, aunado a que la salinidad dañó el sistema eléctrico y nos quedamos sin luz. Se cayó un poste; cuando quisimos abrir, el entonces presidente municipal se enojó por algo y mandó abrir dos zanjas en el camino al sitio arqueológico para que nadie pasara.

Además, nos cortó el servicio de agua que nos llevaba una pipa del ayuntamiento y, encima de eso, los ciclones Pamela y Nora afectaron las instalaciones, rememora el arqueólogo en charla con La Jornada.

“La situación era drástica y ameritaba que el INAH actuara, lo cual ocurrió (en parte) debido a la presión social de la comunidad de La Chicayota, que hizo visible lo que estaba pasando a través de denuncias periodísticas.

“A finales de 2021, el INAH invirtió 600 mil pesos en una primera fase de rehabilitación del centro de visitantes, trabajos que ya concluyeron, mientras la segunda etapa se llevará a cabo en este año.

Por su parte, el gobierno estatal anunció recientemente la inversión de 38 millones de pesos para pavimentar el camino a Las Labradas, el cual es de terracería y cada año es afectado por las lluvias o ciclones que impiden el paso de vehículos a la zona arqueológica.

Para Joel Santos, las políticas del gobierno actual, en materia de turismo, “están cambiando y coinciden con algunas propuestas que hemos sugerido, entre ellas desarrollar el turismo rural, proteger el área natural, cuidar el medio ambiente, apostar al turismo cultural y natural como otro atractivo para quienes visitan Mazatlán.

“No fue casualidad la visita que hizo el secretario de Turismo del gobierno mexicano, Miguel Torruco, quien apuntó: ‘Ya no habrá más infiernos de marginación conviviendo con paraísos turísticos; ese esquema llegó a su fin. Ahora los proyectos turísticos son para beneficiar a la población local’.”

Aquellos lectores interesados en Las Labradas pueden consultar las publicaciones del arqueólogo costero en su página https://inah.academia.edu/JoelSantos o en su cuenta de Twitter: @joelsants.