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Ver día anteriorDomingo 10 de octubre de 2021Ver día siguienteEdiciones anteriores
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La soberanía energética sí nos beneficia
D

e acuerdo con la propuesta de agenda legislativa para el tercer año de ejercicio constitucional para del primer periodo ordinario de sesiones de la LXIV legislatura, se propuso el debate de diversos puntos sobre el tema Estado de derecho, seguridad y justicia. En la agenda destaca la revisión y modificación de la Ley Minera.

El punto importante es la urgencia de la cancelación de licitaciones para explorar y explotar el litio; constatar las cantidades del tonelaje y con cuántos yacimientos podemos contar. Además, es necesario continuar con la revisión de las condiciones de las empresas extranjeras y nacionales licitadas, de las cuales varias ya han tenido acceso a diversos yacimientos del país.

Hemos hablado en artículos anteriores sobre este importante químico y las medidas que tenían que tomarse en cuenta para recuperar la industria del energético, mismo que se ha puesto a la cabeza de las opciones para continuar con la, ya iniciada, transición energética.

Uno de los primeros pasos tendría que ser la recuperación de los yacimientos para detener la extracción ilegal, misma que ha sido sumamente perjudicial para la economía de la nación, como el saqueo histórico de todos los recursos naturales hoy considerados estratégicos.

La reiteración formal y oficial de que el litio pertenece al pueblo mexicano y que es un recurso natural intransferible nos compromete a defender, por derecho, la posesión de este mineral. Ninguna autoridad debe ocultar a la ciudadanía, como lo hicieron en sexenios anteriores, cuál es la realidad del recurso natural, y sobre todo cuál es su verdadero potencial.

Aun sin un recuento exacto, por la diferencia de los datos expuestos por el Servicio Geológico Mexicano y otras instituciones nacionales y extranjeras, las licitaciones ya otorgadas tendrán que revisarse a fondo, para determinar lo conducente en caso de que éstas contengan puntos inflexibles e ilegales como para seguir operando en yacimientos nacionales. Y, como recién lo externó Manuel Bartlett, director general de la Comisión Federal de Electricidad, en el programa Especiales 14, las empresas licitadas que ya estén operando en alguno de los yacimientos de la República no tienen derecho a integrar al litio en su programa de exploración y extracción.

El dato del lugar que ocupa nuestro país en cuanto a cantidad de reservas probadas es importante para tomar en cuenta la demanda y la oferta. Más que una competencia entre la extracción y comercialización del litio, que es el caso que nos ocupa, lo importante es potenciar su utilidad y coincidir con las decisiones de los productores principales para evitar el agotamiento de los yacimientos. Ya no pueden darse pasos aislados sin tomar en consideración, los programas de productividad del litio de otras naciones. La competencia abierta y libre acarrea devastación, Los países tienen una tarea pendiente que beneficiará al medio ambiente y a la salud de la población mundial.

La declaración del presidente Andrés Manuel López Obrador nos confirma la idea expuesta en párrafos anteriores: debemos partir de que nuestro país tiene 200 millones de hectáreas y sólo en un sexenio (se concesionaron) 35.5 millones. En una administración se entregó todo lo que se enajenó de suelo patrio durante el porfiriato, que fueron cerca de 30 millones de hectáreas mediante las compañías deslindadoras. Aquí la pregunta ¿para qué tanta superficie?.

Insistimos en que no podemos seguir hablando de soberanía si nos atenemos únicamente, a los datos que instituciones extranjeras nos digan: con qué contamos, cuánto tenemos, si es de calidad o no y cuál es su valor.

Recordemos que el litio es un químico energético, de carácter estratégico. Por tanto, deben resguardarse todos los datos respecto de sus características. Corresponde al Estado mexicano la exclusividad de llevar a cabo la exploración y explotación en el país de este recurso natural no renovable.

El Presidente de la República reitera que este energético pertenece, exclusivamente, a la nación. El reconocimiento como recurso estratégico le da a la industria del litio la oportunidad para desarrollarse.

Y, en cuanto a la soberanía nacional, condición indispensable para la preservación de los recursos naturales, la exploración y explotación del litio generarán más empleos y más oportunidades de crecimiento económico. El manejo exclusivo por parte del Estado mexicano permitirá controlar la especulación y la fuga de ganancias. Con la aceptación de la iniciativa de decreto recién enviada por Andrés Manuel López Obrador, se tendrá la oportunidad de desarrollar técnicas propias para mejorar la extracción y su tratamiento, además de generar valor agregado a este importante energético.

Tampoco debemos ignorar que otros países ya han investigado las características de diversos elementos químicos que pueden combinarse con el litio o, en su caso, ir prescindiendo de este material. Actividad que, también en México, debería acelerarse, ya que contamos con esos posibles elementos que sustituyan al energético.

Twitter: @Antonio.Gershenson