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Tumbando caña

Johnny Ventura: Padre del merengue moderno

E

n 2005, Johnny Ventura anunciaba su retiro de manera definitiva de la música y la política. “Todo lo que nace muere, y pienso que la vida es una carrera de relevos y cada quien debe correr con la tea en la mano un buen trecho y de ahí pasársela a otros corredores (…). Además, acostumbré a la gente a un tipo de espectáculo muy fuerte con muchos movimientos escénicos, con mucha vitalidad, y pienso que un hombre de 65 años dentro de un par de años más, no va a tener esa fuerza y esa vitalidad”, explicó.

Pero no se retiró. En esa ocasión hizo una gira de despedida que sólo provocó que tomara más vigor e impulso para seguir en la música. Vinieron más conciertos, más presentaciones en televisión, grabaciones en estudio, colaboraciones con amigos, un álbum de boleros grabado en Cuba y el impulso a la carrera de su hijo Jandy, con quien llevó a cabo proyectos musicales y nuevas tendencias en el merengue.

No obstante, la música no fue su única ocupación. Aparte de su labor política y empresarial, su deseo de ayudar a otros a ser los mejores en lo que hacen lo llevó a dar conferencias de superación personal y de éxito en la vida, convirtiéndose en asesor de diferentes grupos sociales y empresas internacionales.

A principios de abril de 2019, Johnny Ventura llegó a la Ciudad de México a recibir el reconocimiento doctor Honoris Causa que le otorgaron las universidades de Morelos y Xalapa por su obra eminente de toda la vida. Tras la ceremonia, en la sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, se dio una comida en la que tuvimos oportunidad de platicar con él. En principio, nos dijo que estaba escribiendo tres libros, dos de autoayuda y otro sobre el merengue. Será del merengue visto por mí.

En ese momento, Johnny Ventura tenía 79 años de edad y cumplía 63 en la música. Se veía, como siempre, elegante, impecable, fuerte, con mucha energía como para seguir en la escena potenciando el merengue, su pasión. Le pregunté qué hacía para mantenerse así y permanecer vigente en la música, a lo que respondió:

“Creo que es porque la gente ha ido pasando mi música de generación a generación. También al buen cultivo de hábitos. Yo he cultivado el hábito de crear cosas nuevas, pero sin miedo a arriesgar. Siempre busco qué hay de nuevo y cómo puedo sacarle partido. No le tengo miedo ni a la tecnología.

¡Soy un viejo moderno! Me he ido haciendo amigo de la computadora y la Internet porque estoy consciente de que el mundo evoluciona, que la vida es dialéctica, cambia constantemente y los seres humanos tenemos que ir a su paso.

Acerca del desplazamiento del merengue por los nuevos géneros musicales, Johnny me comentaba que era natural que sucediera. “Cada cierta generación viene con alguna tendencia en contra del status quo de cualquier cultura. Esto es bueno porque al final se evoluciona, de lo contrario caeríamos en la involución. Si los jóvenes no trajeran nuevas cosas, el mundo no tendría sabor (…) Cuando vino toda esta explosión de los géneros urbanos, se unieron varias circunstancias , como la masificación de la tecnología, que permitió que los jóvenes hicieran música desde su casa y expresaran, sin censura, sus ideas. Ahora, los merengueros estamos comprendiendo que sólo nosotros podemos hacer que nuestro género no desaparezca. Tenemos el acervo musical de nuestro pueblo y debemos luchar por preservarlo”.

Tras su muerte, acaecida el pasado 28 de julio, han surgido una diversidad de propuestas que buscan enaltecer su buen nombre y, sobre todo, que su legado musical sea imperecedero.

En ese sentido, la Cámara de Diputados aprobó la creación del Museo Nacional del Merengue Dominicano Johnny Ventura, que servirá para recopilar y conservar la historia del merengue dominicano, su nacimiento, desarrollo y evolución. Una propuesta que Ventura había impulsado tiempo atrás.

También se ha pedido al presidente Luis Abinader que una de las cinco estaciones radiales que posee el Estado sea designada con su nombre y que dos de ellas tengan en su programación exclusivamente merengue y bachata.

Mientras, la alcaldesa del Distrito Nacional, Carolina Mejía, anunció que la calle Moca, del sector de Villa Juana, llevará por nombre bulevar Juan de Dios Ventura Soriano.

Asimismo, en un acuerdo con el Ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología, ha quedado establecida la cátedra Johnny Ventura, a través de la cual se incentivará el estudio del merengue y la música dominicana.

En vida, Johnny recibió varios homenajes. Uno muy significativo fue cuando el Congreso dominicano, en 2000, lo condecoró por ser El merenguero del siglo. Asimismo, el Senado de la República, en su sesión del jueves 30 de julio de 2021, declaró al músico Padre del merengue moderno.

El 1º de junio de 2019 fue el último concierto público de Johnny Ventura. Se llevó a cabo en el estadio Olímpico de Santo Domingo. Esa noche se escucharon todos sus merengues, los clásicos, los sociales y los modernos. El Caballo lucía un admirable estado físico. Sus registros vocales no habían mermado y aún se movía con bastante ritmo en la tarima.

La admiración y cariño del pueblo dominicano quedó demostrada en esa fiesta.