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No a la Gran Mentira de Trump
L

a reciente visita de la vicepresidenta Kamala Harris a la frontera fue precedida por su histórico viaje a Centroamérica y México, en una misión dirigida a atender por fin las causas de raíz de la migración, como parte de una reforma migratoria. Sin embargo, el retorno a un enfoque de política migratoria basado en hechos debe incluir también atacar el falso discurso que aún bloquea el tan necesario debate y consenso sobre una reforma en la materia.

Aún tenemos que reconocer y remediar el daño que causó el discurso de la Gran Mentira perpetuado por el candidato Donald Trump en 2016. Él dijo a los electores estadunidenses que los inmigrantes mexicanos eran violadores y asesinos y que teníamos que construir el muro o ya no tendríamos un país. Las indignantes afirmaciones racistas de Trump fueron reproducidas millones de veces, pero nunca refutadas o condenadas, tal vez porque tuvo la astucia de dirigir su ataque racista a los sectores más vulnerables y desatendidos de nuestra sociedad. Hoy la nación ha aprendido el peligroso poder de la táctica de la Gran Mentira para instalar un metadiscurso de miedo, agravio y venganza. Trump volvió a alentar esos temores durante su reciente viaje a la frontera con legisladores del Partido Republicano, cuyo objetivo fue asegurar que la Gran Mentira original continúe obstruyendo el avance de la reforma migratoria que la nación requiere con urgencia.

La Gran Mentira original debió haber sido desaprobada y rechazada desde hace mucho. Más o menos en el tiempo de la elección de 2016, reunimos un grupo de destacados académicos de México y Estados Unidos para examinar las afirmaciones de Trump y sondear su apoyo político. También emprendimos una reconstrucción, basada en hechos, de las causas de raíz y la dinámica de la inmigración y de opciones genuinas de política migratoria. Pusimos al descubierto lo que llamamos la paradoja de Trump, en la cual encontramos que el apoyo a Trump era mayor en los condados menos expuestos a la inmigración mexicana, pero que tenían las actitudes más intensas contra los inmigrantes.

Si bien los ingresos eran menores en los condados que votaron por Trump, el flujo de inmigrantes no podía verse como la causa o la solución de esos problemas. Resulta interesante que las actitudes de las personas blancas hacia la inmigración mexicana era mejor en condados donde había mayor exposición a inmigrantes reales. Un indicio del men­guante apoyo al discurso de Trump fue que, en las elecciones legislativas de 2018, 40 distritos del Congreso pasaron de ser republicanos a demócratas. Estos distritos tenían una proporción más de inmigrantes que aquellos que siguieron siendo republicanos. En realidad, una migración más alta se asocia con actitudes favorables a los inmigrantes, ingresos más altos y un apoyo decreciente a la narrativa de Trump.

Al reconstruir un enfoque basado en hechos para una reforma migratoria, también documentamos cómo los pobladores de edad avanzada en EU dependen cada vez más de los trabajadores inmigrantes no documentados y de su aportación al PIB, que hoy día llega a casi un billón de dólares al año. Una importante causa de raíz de la nueva inmigración es la creciente demanda de trabajadores inmigrantes, de los cuales casi 80 por ciento son considerados esenciales por el Departamento de Seguridad Interior. EU capta esos trabajadores necesarios de regiones exportadoras de migrantes que tienen causas de raíz prexistentes, de pobreza y baja productividad.

Nuestra investigación muestra también que dar poder a las comunidades de inmigrantes mediante la legalización y la reforma migratoria genera mayores beneficios en todo el país, incluso donde votaron por Trump. Según nuestro análisis, la legalización y nueva inmigración prevista en la Ley de Ciudadanía de 2021 generaría un PIB de 1.6 billones de dólares en los próximos 10 años y otro billón proveniente de la nueva migración legal necesaria. Dar poder a las comunidades de inmigrantes con la reforma migratoria es también la mejor manera de atender las causas de raíz en los países exportadores. Nuestras proyecciones muestran que las remesas (dinero de los migrantes hacia México y Centroamérica tras pagar impuestos en EU) podrían crecer a más de un billón de dólares gracias a la reforma migratoria. Esto es más, de manera exponencial, que las proyecciones más optimistas de ayuda exterior e inversiones extranjeras.

La reforma migratoria tiene fuerte apoyo entre todos los electores y ha producido legislación bipartidista incluso en fecha tan lejana como 1986 y tan recientes como 2006 y 2013, cuando las iniciativas casi fueron aprobadas en ambas cámaras. La ironía es que el país necesita hoy más inmigrantes adicionales que nunca, en el nuevo ambiente competitivo del siglo XXI. Nuestra capacidad de atraer migrantes representa una enorme ventaja en comparación con el descenso poblacional de China, Japón y Europa.

Creemos que la era Trump no sólo polarizó el debate sobre inmigración, sino también permitió ver la paradoja y el peligro de la Gran Mentira oculto a plena vista. Republicanos y demócratas deben rechazar la Gran Mentira para asegurar su propio futuro político y adoptar una visión del siglo XXI sobre las ventajas singularmente estadunidenses que la inmigración ofrece al país. Los republicanos deben ver por fin las limitaciones de las incendiarias actitudes contra los inmigrantes, pues los suburbios y zonas rurales necesitan más inmigrantes. Los demócratas también deben dejar de tener miedo de atacar la Gran Mentira y comenzar a abrazar de corazón el discurso del empoderamiento económico y político de los inmigrantes. Eso no sólo atraerá votantes, sino también ayudará al país y a las naciones vecinas, e impulsará a EU hacia una nueva era de interdependencia en el siglo XXI, de la cual Harris habló con tanta elocuencia en Centroamérica.

*Raúl Hinojosa-Ojeda es director fundador del Centro Norteamericano de Integración y Desarrollo en la Universidad de California en Los Ángeles y profesor asociado en el Departamento César Chávez de Estudios Chicanos y Centroamericanos en esa institución. **Edward Telles es profesor distinguido de sociología en la Universidad de California en Irvine.

Son compiladores de The Trump Paradox: Migration, Trade, and Racial Politics in US-México Integration (La paradoja Trump: migración, comercio y política racial en la integración EU-México), University of California Press, 2021, cuya versión en español será publicada por El Colegio de México.

Traducción: Jorge Anaya