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Dinero

AMLO, listo para regresar al 100% // ¿Deben seguir las mañaneras? // Debate en redes

Los de abajo

Migrantes, criminalizados y asesinados

Enrique Galván Ochoa
Gloria Muñoz Ramírez
México SA

Anticorruptos, evasores fiscales // MCCI y sus donantes de la CIA// Ultraderecha sin fines de lucro

Apuntes postsoviéticos

Inútil sacrificio

Carlos Fernández-Vega
Juan Pablo Duch
En el chopo

Sonríe, sonríe ya llegó el pulque

El dilema del oro verde
D

urante los primeros 11 meses del año pasado, la exportación de aguacate a una treintena de países generó mil 847 millones de dólares, una caída de 31 por ciento con respecto a los 2 mil 681.9 millones de dólares ingresados en 2019, pero que sigue colocando a este cultivo entre los principales productos agrícolas mexicanos. La contraparte de este enorme éxito comercial es una devastación ambiental que avanza a la par del crecimiento del negocio aguacatero: de acuerdo con la Secretaría de Medio Ambiente, Cambio Climático y Recursos Naturales de Michoacán –entidad de donde proviene 84 por ciento del aguacate nacional– cada año se pierden entre mil 200 y mil 500 hectáreas de bosque para ampliar los cultivos del fruto.

Javier Hernández Chelico
El Correo Ilustrado

N de la R

E

n la edición de ayer, 5 de febrero, se publica una nota titulada Mexicanos contra la Corrupción copia a factureras sistema de evasión fiscal, en la que señalamos que la información tiene su origen en declaraciones que la titular del organismo, Raquel Buenrostro, hizo a una estación de radio, sin precisar con más detalle el origen de las mismas. Fue un error. Debimos señalar explícitamente que las declaraciones fueron hechas a los periodistas Alejandro Páez Varela y Álvaro Delgado, en el programa Los Periodistas, que se transmite por la @laoctavadigital. A los colegas, la estación de radio y los lectores les ofrecemos una disculpa.

Leer y escribir para la vida
E

l tiempo del confinamiento social por la pandemia de Covid-19 nos ha obligado a reflexionar profundamente sobre nuestras vidas y su sentido; sobre nuestros tiempos pasados y los inciertos futuros; sobre nuestros miedos y nuestras esperanzas; sobre nuestros padres, madres, hijas, hijos e hijes y sobre quienes adoptamos y cobijamos en nuestros proyectos de vida; las, los y les guardianes de la salud que arriesgan su vida y la de sus familias para proteger la nuestra, enfrentándose a la enfermedad en agotadoras jornadas llenas de compromiso con sus juramentos éticos; quienes hacen posible nuestra supervivencia en casa, quienes barren las calles, recogen la basura, entregan el periódico y la correspondencia, producen y comercian alimentos o cuidan de la seguridad y apagan incendios. Estos tiempos nos han permitido pensar también sobre nuestro papel en la sociedad y los compromisos que adquirimos en cada movimiento que hacemos en esas intrincadas estructuras familiares, laborales y sociales en que transitamos.

Tere Garduño Rubio*
Covid-19: segundo convenio con privados
A

diferencia del primero (iniciativa Juntos por la Salud), el 17 de noviembre 2020 el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) anunció un segundo convenio con hospitales privados, ahora incorporando la atención de Covid-19. Como el primero, el segundo convenio confirma un relativamente bajo impacto –comparativo con el IMSS– en la atención de pacientes, además de que contiene un ajuste tarifario en la estancia día paciente –solicitado por los privados– que opera en claro detrimento del financiamiento público. Ninguno de los dos convenios representa una combinación virtuosa; una solución de largo plazo y sustentable para la cooperación público-privada en materia sanitara.

Contra la Infodemia
A

nte la difusión de información no confirmada sobre el estado de salud del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), Jesús Ramírez Cuevas, coordinador de Comunicación Social de la Presidencia, escribió un tuit la mañana del 29 de enero, en el que mencionó a cadenas virtuales sobre la salud del mandatario, como versiones de mala fe y desinformación con intenciones políticas de dañar la imagen del Presidente, y llamó a que las personas y los medios sólo compartan los datos oficiales.

Gustavo Leal F.*
Miguel Concha
México y EU: una relación sinuosa
A

lo largo del siglo XX, la relación entre la presidencia mexicana y la política exterior estadunidense nunca fue fácil. Durante años, Porfirio Díaz fue una de sus piezas favoritas. Hasta la crisis política y militar de 1906-1907. La conjunción de la implosión económica y la rebelión anarquista condujo a Díaz a distanciarse del gobierno de Theodore Roosevelt. El presidente Taft se encargaría de socavar el consenso del oaxaqueño y promover su derrocamiento. No por casualidad, la sentencia Pobre México, tan lejos de Dios y tan cerca de Estados Unidos, que escribió Nemesio García Naranjo, se atribuye míticamente a Díaz. Y fue el mismo Taft quien procuró el ascenso de Francisco I. Madero y, dos años después, su asesinato durante el golpe de Victoriano Huerta. Carranza nunca confió en Washington y Washington nunca confió en Carranza. Acabó huyendo en una llanura antes de ser asesinado junto a un río. Obregón aceptó las negociaciones de Bucarelí, pero el romance duraría poco. Calles, la contraparte de esa diarquía presidencial, se enfrentó abiertamente a la administración de Coolidge en el tema de la propiedad sobre el subsuelo. En esa sinuosa historia, Lázaro Cárdenas se revelaría como el más hábil para capitalizar las contradicciones internas de la política de nuestros vecinos del norte y ceder lo menos posible. Expropió terrenos y empresas estadunidenses y promovió el nacionalismo económico y cultural sin incurrir nunca en un conflicto mayor con Roosevelt.

Incertidumbre
N

os disgusta la incertidumbre y la indeterminación.

Ilán Semo
Gustavo Gordillo
Otra sorpresa nórdica
Q

uizá sea la mía una percepción demasiado subjetiva como para tener validez alguna, pero tengo la convicción de que, por complejas y fascinantes razones geopolíticas y culturales, las décadas recientes han atestiguado un notable auge de la música de concierto en los gélidos países del norte de Europa o, al menos un perceptible aumento en la circulación internacional de música de aquellas latitudes. Entre los diversos detonadores de este auge se me ocurre mencionar, por ejemplo, la implosión de la Unión Soviética en 1989, que de pronto dio lugar al insólito reconocimiento y divulgación de la música de compositores bálticos antes desconocidos, particularmente estonios y letones. Desde entonces, a veces a cuentagotas y a veces como una avalancha, surgen y se dan a conocer voces musicales que nos eran ajenas, y entre estas voces se encuentran tanto creadores maduros cuya obra estaba escondida detrás de nuestra propia ignorancia (o de la Cortina de Hierro), como compositoras y compositores recién surgidos en sus respectivos ámbitos culturales. La lista, al menos de los que he tenido oportunidad de conocer recientemente, es muy larga como para glosarla aquí. En cambio se me ocurre, como una especie de colofón ilustrativo de esta introducción, mencionar un caso puntual con el que me topé hace unos días: la audición de una obra formidable de una compositora contemporánea cuyo nombre había escuchado en algunas ocasiones, pero cuya música desconocía.

Lo que yace debajo
A

primera vista podría descontarse a La excavación, película estrenada en Netflix, como otro ejemplo de cine británico de calidad con su impecable recreación de época, sus muestras muy típicas de estoicismo y sexualidad reprimida y sus actuaciones siempre en tono. Las apariencias engañan. El tercer largometraje del australiano Simon Stone, también actor y director teatral, revela poco a poco, como en la excavación arqueológica del título, varios valores ocultos.

Juan Arturo Brennan
Leonardo García Tsao