La iniciativa preferente de reforma a la Ley de la Industria Eléctrica enviada por el Ejecutivo federal tiene el objetivo de garantizar un suministro confiable y seguro y establecer reglas de piso parejo para la competencia entre privados y la Comisión Federal de Electricidad (CFE), pero estas medidas generarán incertidumbre entre inversionistas por el cambio radical de reglas, consideraron analistas en materia energética.

El especialista Arturo Carranza comentó que la iniciativa está alineada a lo que las autoridades energéticas vienen señalando en los últimos dos años sobre la necesidad de ordenar el sistema nacional de electricidad, de garantizar su confiabilidad y marcar las pautas de reglas claras o piso parejo para la competencia entre los inversionistas privados y la CFE.

Carranza indicó que la iniciativa preferente implica cambios en las reglas del juego y muchas inversiones llegaron bajo las reglas actuales que establecían que el despacho de energía se iba a dar bajo criterios de eficiencia, y ahora se va a despachar primero bajo el criterio de confiabilidad, y eso tendrá un impacto en el ánimo de los inversionistas y traerá incertidumbre, advirtió.

El experto Ramses Pech afirmó que lo que se busca es despachar primero a las centrales de la empresa productiva del Estado, cuyo propósito es poder en su momento vender más electricidad en la parte industrial y agrícola.

Comentó que ahora la generación dependerá de la armonía que puedan tener las plantas de tipo fotovoltaica y eólica, a las líneas de transmisión de acuerdo con la factibilidad que el Centro Nacional de Conrol de Energía puede otorgar con base en los estudios indicativos que tienen que realizar, donde indique un reforzamiento o nuevas líneas, para poder subir lo generado. Además, crear sistemas de almacenamiento de baterías.

El principal problema lo tienen las fotovoltaicas, debido a que entran al sistema a partir de las 7 am y salen alrededor de las 18 horas, esto ocasiona que ciertas plantas del tipo convencional bajen la velocidad de sus turbinas, para pasar a ser del tipo de respaldo.

Esto es lo que la CFE objeta, que esos costos no son reconocidos por el mercado, como son el combustible, operación y mantenimiento.

Francisco Jiménez Ruiz, del despacho de cabildeo ético Saint Joseph Estratergo, externó su preocupación por el tono de la iniciativa, aun cuando se observa que el gobierno está haciendo las cosas correctas, como ordenar a la industria eléctrica derivado del abuso de la iniciativa privada al dejar fuera a la CFE; sin embargo, se observa que el gobierno cerró las puertas al sector privado.

José Jorge Martínez, de la firma de asesoría Psiquepol, hizo un llamado a los legisladores para que tomen en cuenta las opiniones del sector privado y puedan entre ambos enriquecer esta iniciativa.

Aclaró que el camino de la confrontación a través de vías jurídicas a ninguna de las partes conviene.