La semana pasada, personal de la Oficina en México del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH) realizó una visita de campo a Nuevo Laredo, Tamaulipas, para recabar información sobre siete casos de ejecuciones extrajudiciales perpetradas en dicha ciudad desde finales de 2019 a manos del Ejército.

Así lo indicó el presidente del Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo, Raymundo Ramos, quien señaló que la labor de documentación del organismo internacional podría ayudar a visibilizar casos que permanecen en total impunidad.

En entrevista con La Jornada, explicó que la ONU-DH estuvo en Nuevo Laredo del 3 al 6 de noviembre para encontrarse con los familiares de diversas personas que fueron víctimas de ejecución extrajudicial, en episodios donde estuvieron involucrados militares.

Además de los asesinatos de Francisco Javier La Fuente, Eleazar Ramírez, Rubén Garza, Damián Genovez, Ángel Núñez, José Francisco Pérez y Alexander de la Cruz –cometidos entre noviembre de 2019 y julio de 2020–, los visitadores de la ONU también dieron seguimiento a las desapariciones de 21 hombres y dos mujeres, ocurridas entre febrero y mayo de 2018, en las cuales también habrían participado fuerzas de seguridad federales.

Nosotros documentamos las siete quejas de ejecución extrajudicial; hay un expediente ante la CNDH y una denuncia formal ante la Fiscalía General de la República, expuso.