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Pasta de Conchos: ¿ahora sí? // Larrea: impune, como siempre

S

u compromiso data de 2012, como candidato a la Presidencia de la República, pero hizo el anuncio el 19 de febrero de 2019, a escasos días de iniciar su mandato constitucional y en el aniversario número 13 de la explosión en la mina de Pasta de Conchos, Coahuila, en la que murieron 65 trabajadores, de los que 63 aún yacen entre los escombros. En esa ocasión, Andrés Manuel López Obrador subrayó que existe la voluntad política del Estado mexicano para respaldar la reanudación de las labores de búsqueda en aras de contribuir a la reconciliación nacional y ofrecer garantías de justicia otorgadas por la ley.

Un año y ocho meses después de aquel anuncio, el mandatario por fin trazó el plan cronológico de rescate de los 63 cuerpos. Así lo explicó el pasado viernes: estudios de ingeniería, octubre a junio de 2021; construcción de rampa de acceso, septiembre-diciembre de 2021; túneles para el inicio del rescate, primer trimestre de 2022, y rescate de cuerpos en 2024, como fecha tentativa. Se trata, dijo, de “un acto lleno de humanismo en el que el Estado mexicano va a iniciar la reparación de un daño que se causó a las familias de los mineros que significó esta terrible tragedia (...), es el homenaje más importante a los mineros que quedaron atrapados. Lo que han hecho ustedes –dijo a las 52 viudas presentes; 13 familias no acudieron, inconformes porque se impidió el paso a otros parientes– es un acto de sacrificio, de solidaridad, el luchar durante todos estos años. De cada etapa expuso detalles técnicos Manuel Bartlett, director de la Comisión Federal de Electricidad, instancia que tendrá a su cargo las labores.” ( La Jornada, Alonso Urrutia).

También dio a conocer que el área de la mina quedará, una vez rescatados los cuerpos, como un memorial, es decir, no se va a profanar, no se va a tocar la mina, para que los deudos recuerden siempre a sus familiares. Además, la Secretaría de Hacienda recibió instrucciones de allegar los recursos para finiquitar las indemnizaciones a las 65 familias este año.

En mayo de 2019, López Obrador anunció que las acciones de rescate de los 63 cuerpos quedaban formalmente a cargo de la Secretaría de Trabajo y Previsión Social, pero su titular, Luisa María Alcalde, quien al parecer no tenía mucha prisa para cumplir con la encomienda, pues más de un año después (julio de 2020) de la instrucción presidencial se limitó a decir que el rescate tardaría entre 4 y 8 años, lo que provocó el descontento e indignación de un grupo de viudas, quienes denunciaron: llevamos 14 años en lucha y no es humano que nos pidan esperar otros ocho. Muchas, a lo mejor, ya no estaremos vivas, comentó Elizabeth Castillo, quien junto con Claudia Escobar asistió el pasado día 7 a una reunión con la funcionaria, en la que ésta les dio a conocer ese plan de rescate, muy parecido a los que Grupo México planteó cuando sucedió el siniestro, en 2006 ( La Jornada, Andrea Becerril).

Hasta allí un breve recuento de lo dicho y hecho sobre el particular en la administración de López Obrador, sin olvidar que los tres gobiernos anteriores (Fox, Calderón y Peña Nieto) solo dieron la espalda a los deudos y garantizaron plena impunidad al responsable del homicidio industrial en Pasta de Conchos, el impúdico barón Germán Larrea y su Grupo México, que simple y descaradamente se mantienen intocados, amén de que regresaron la concesión federal y permitieron que el Estado se encargue de la operación de rescate y destine 75 millones de dólares para tal fin.

Habrá que estar al pendiente de los trabajos de rescate, pero es un hecho que, de entrada, el equipo responsable de organizar el evento presidencial en Pasta de Conchos se ganó una sonora mentada, cuando menos, por impedir el paso a algunas familias de los deudos y a trabajadores y dirigentes del sindicato nacional de mineros.

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