Deportes
Ver día anteriorJueves 8 de octubre de 2020Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
Panenka, autor del tiro penal más atrevido, lucha contra el Covid-19
 
Periódico La Jornada
Jueves 8 de octubre de 2020, p. a11

Praga. Un jugador checo le dio nombre a una forma de cobrar el mayor castigo en el futbol: el penal. En la distancia del tiro que exige nervios de acero y precisión de relojero, Antonin Panenka picó la pelota con suavidad. Una locura que hizo al esférico trazar una elipse para impedir al portero de Alemania Occidental, Sepp Maier, atajarlo. Ese gol en la final de la Eurocopa de 1976 en Belgrado representó el primer y único título de la desaparecida Checoslovaquia.

Después de esa picardía, cada tiro temerario en el cobro de penales resuena con el nombre de aquel checo: Panenka.

Ese jugador legendario lucha hoy por su vida tras el contagio de Covid-19 y conmueve a los fanáticos del futbol mundial, quienes siguen atentos el desarrollo de la salud del ex jugador de 71 años.

Panenka se encuentra en una unidad de cuidados intensivos de un hospital en Praga, informó el club local Bohemians, del que fue capitán y actual presidente honorario.

Foto
▲ El ex futbolista checo tiene 71 años e inmortalizó el famoso cobro en la final de la Eurocopa de 1976.Foto Afp

Antonin Panenka fue admitido en cuidados intensivos en el hospital, donde se le conectó a máquinas, precisó el club.

El ex delantero checo nació el 2 de diciembre de 1948 y se convirtió en un innovador de su tiempo. El atacante acaparó los titulares del futbol mundial, cuando cobró la pena máxima con ese estilo que hoy lleva su nombre. Lo había practicado durante dos años antes, dijo alguna vez Panenka; caí en que todos los porteros siempre saltaban a uno u otro lado, con lo que estaría bien lanzarlo por el centro.

El ex futbolista jugó un total de 59 partidos con la selección nacional de su país y marcó 17 goles. Además, con la camiseta del Bohemians en la liga checa disputó 678 partidos desde 1968 hasta 1981, cuando fichó por el Rapid de Viena, club en el que terminó su carrera en 1985 con dos títulos de Liga y tres Copas de ese país.