Opinión
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Dinero

El Grito en tiempos de pandemia // Hay que celebrar pero en casa // Vendrán tiempos mejores cuando pase la crisis

México SA

Sector industrial: dos noticias // T-MEC, ¿tabla de salvación?

Enrique Galván Ochoa
Carlos Fernández-Vega
Infancia y sociedad

Educación y libertad

Penultimátum

La falsa cura del nuevo coronavirus de la iglesia Génesis II

Andrea Bárcena
Allende, más vivo que nunca
A

yer se cumplieron 47 años del golpe de Estado que derrocó y llevó a la muerte del presidente Salvador Allende, destruyó a la democracia chilena de forma tan demoledora que sus efectos se sienten hasta hoy, e instauró la más sanguinaria dictadura que ese país haya padecido en su historia. Aquel 11 de septiembre de 1973, Augusto Pinochet y sus secuaces, respaldados por el conjunto de la derecha chilena y por la Casa Blanca de Richard Nixon, no sólo pusieron fin a un intento inédito de construcción del socialismo por la vía de las urnas y la institucionalidad democrática, sino que inauguraron un nefasto ciclo de dictaduras que asolaron a la mayor parte de América Latina durante las siguientes décadas.

El Correo Ilustrado

No más violencia en Colombia

E

s indignante e inadmisible que la violencia en Colombia en plena pandemia se ha agudizado. El gobierno de Iván Duque, por medio de los cuerpos policiacos, militares y paramilitares, a diario asesinan, encarcelan y torturan a líderes, lideresas, defensoras y defensores de derechos humanos, estudiantes, maestr@s, indígenas, afrodescendientes y población en general.

Una frase del Quijote
H

oy me acordé de una frase del Quijote pero, primero, les diré por qué. Hay un desajuste entre la idea democrática que triunfó en julio de 2018 y las prácticas de reparto de cuotas, dinero ilegal, y confusiones entre legitimidad y celebridad. La democracia de la transición era autocomplaciente, satisfecha con ser un tema de partidos y sus burocracias, agentes y procedimientos. Era una democracia que extinguía la política. Pero el impulso de los ciudadanos es una práctica en la que cada semana entran nuevos recién llegados. Quién puede hacer política y desde dónde, son preguntas en litigio perpetuo en este proceso que cuestiona todos los días si la irrupción de 30 millones de votos puede ser algo más que opinar sobre tal o cual medida del gobierno o implicará abrirse a los que no forman parte. Es justo lo que subyace a la idea de democracia: bajo el presupuesto de que todos somos iguales, hay que acostumbrar el oído para no escuchar ruido sino demandas, y los ojos para ver sujetos políticos en el curso de definirse a sí mismos. No todo es estatal, mucho menos presidencial.

¿Avances contra la probreza?
B

raulio Carbajal, un espléndido reportero de este periódico, nos trajo una breve nota de Monterrey, que no tiene desperdicio, para entender que un sector de nuestro empresariado no entiende (o se hace maje para no hacerlo) que la inequidad social en México sufrió un franco retroceso durante los pasados 25 años.

Fabrizio Mejía Madrid*
José M. Murià
Bolivia, ¿ruptura o consolidación del golpe?
A

cinco semanas de las elecciones generales en Bolivia –18 de octubre–, el panorama se complica más y más. La polarización advertida entre el MAS y los golpistas se agudiza, mientras Carlos Mesa intenta mantener un perfil bajo que le ayude a ganar votos de una derecha desencantada con un gobierno transitorio que se hunde después de casi un año de escándalos de corrupción y mal manejo de la crisis de salud.

Zebedeo y la educación para el siglo XXI
S

eguramente, ustedes han oído hablar de Zebedeo, este personaje bíblico sobre el cual existe una pregunta hecha por los integrantes de cada generación para reírse de la escasa capacidad de razonamiento que se atribuye a los niños y jóvenes de las generaciones siguientes, por lo que recientemente le hice a mi nieta la misma pregunta que en su tiempo me hizo uno de mis tíos: ¿cómo se llamaba el padre de los hijos de Zebedeo? Un par de segundos después me contestó de manera contundente: ¡Pues Zebedeo! Su ágil respuesta me dejó un poco turbado, por lo que pensé en hacerle la misma pregunta a un segundo nieto, mayor a ella. Su respuesta en este caso fue más rápida dejándome un tanto perplejo, pues en lugar de contestarme, sacó su celular y le transcribió la pregunta. Un momento más tarde me comentó: la pregunta tiene varias respuestas, pero me parece que la más indicada es que probablemente fuese el mismo Zebedeo; pero habría que constatarlo con una prueba de su ADN.

Katu Arkonada
Enrique Calderón Alzati*
Personas y organizaciones defensoras
I

ncontables personas y organizaciones defensoras de derechos humanos tienen un papel fundamental en nuestro país, pues contribuyen de manera esencial al fortalecimiento de la democracia y al respeto de los derechos de personas y comunidades. La Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ha considerado que complementan no sólo el rol de los estados, sino del mismo Sistema Interamericano de Derechos Humanos en su conjunto.

LGES: regreso al pasado neoliberal
L

a Ley General de Educación Superior (LGES) que está a punto de aprobarse contiene una profunda aberración: colocará a los jóvenes aspirantes a ingresar a los estudios superiores –varios cientos de miles cada año– en un escenario peor al que existió durante las tres décadas de neoliberalismo. Y es así porque esta iniciativa no busca remover o mitigar los requisitos que para contenerlos se establecieron cuando por no ser parte de un derecho oponible al Estado, este nivel educativo no se consideraba parte de la garantía de recibir educación. Era (y con esta ley, seguirá siendo) un territorio libre donde las autoridades institucionales –sobre todo las universitarias– establecieron a voluntad, sin cortapisa alguna, una enorme estructura de requisitos: exámenes de selección, pagos por diversos conceptos, exigencia de un promedio superior al oficial y topes a la permanencia contra quienes más problemas tienen para continuar en la educación. Además, asintieron a la creación de un organismo privado y centralizado de evaluación a escala nacional (Ceneval) que ha enriquecido a sus funcionarios con los pagos que hacen las familias pobres (y son la mayoría de los demandantes), que utiliza exámenes patito sesgados y defectuosos, y armaron una estructura de filtros sucesivos desde el ingreso al bachillerato (examen Comipems-Ceneval) y hasta el egreso (examen general de egreso de la licenciatura, EGEL). Incluso se intentó –con las universidades tecnológicas y similares– crear alternativas que fracasaron porque claramente planteaban el esquema de educación de primera y de segunda inaceptable para muchas familias. Este complejo dispositivo neoliberal, destinado a controlar y canalizar a los jóvenes, mostró ser sumamente cruel sobre todo contra las adolescentes. Varias veces fue denunciado ante la CNDH de entonces, pero ésta jamás quiso intervenir. Las tensiones provocadas entre los jóvenes por las condiciones extremas se enfocaron en la UNAM, donde un proyecto institucional de más y más duros requisitos provocó el histórico movimiento: decenas de miles de jóvenes que tenían todo que perder pararon la UNAM durante nueve meses. Muchos de ellos –mil– fueron encarcelados, otros más perseguidos, junto con académicos que los apoyaban. Pero el problema de fondo no se resolvió y, más tarde, los suicidios de varias adolescentes dieron idea de la intensidad de la desesperanza.

Miguel Concha
Hugo Aboites*
Covid y vacunas transgénicas
L

a persistencia de la pandemia de Covid-19 ha desatado una carrera desaforada por lograr una vacuna, el enfoque más estrecho. Las epidemias siempre son un momento de alza para la voraz industria farmacéutica, hiperconcentrada en 20 grandes trasnacionales que controlan la mayoría del mercado global y que no están interesadas en la salud, sino en sus ganancias (https://tinyurl.com/y67zqdx2).

Octavio Paz: la desconfianza
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n Alba o crepúsculo se pregunta Octavio Paz: ¿Seremos capaces de convivir en una democracia abierta con todos sus riesgos y limitaciones? Y se contesta que el pluralismo es relativismo y el relativismo es tolerancia. En las democracias modernas no hay verdades absolutas, ni partidos depositarios de esas verdades. Las absolutas pertenecen a la vida privada. Son del dominio de las creencias religiosas y las convenciones filosóficas. En las sociedades abiertas las derrotas son provisionales y las victorias relativas.

Silvia Ribeiro*
José Cueli