La capacidad de producción de vacunas contra el Covid 19 “es (un asunto) de seguridad nacional; México fue el único país que planteó cuatro proyectos de vacunas –uno de la Universidad Autónoma de Querétaro, del Instituto de Biotecnología de la UNAM en el estado de Morelos, del Tecnológico de Monterrey junto con la Universidad de Baja California y otras instituciones, y la de otra empresa que produce vacunas, Avimex, en coordinación con el IMSS”, describió el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard.

Al concurrir, vía redes sociales, a una reunión virtual de la bancada de Morena en la Cámara de Diputados, el funcionario se extendió en torno a las respuestas del gobierno federal frente a la emergencia planteada por la pandemia:

Estamos atrayendo fondos internacionales y orientando recursos que tiene la secretaría en la Agencia Mexicana de Cooperación, para respaldar esos proyectos mexicanos de vacunas, que también hay, de tratamientos y de pruebas para desarrollar pruebas propias para detectar el virus al menor costo posible. La medida es no sólo traer del exterior, sino coinversiones para que México pueda ampliar su capacidad tecnológica.

A decir de Ebrard, México participará en el mayor número de protocolos fase 3 (en torno al proceso de pruebas con personas), y va a ser el proceso más rápido de la historia. Jamás había habido procesos de vacuna con tanta cercanía en tiempo a la aparición del virus. En esta ocasión, dado el inmenso impacto del Covid, hay tiempo más recortado de desarrollo y acceso a vacunas. Estamos en todas las iniciativas respecto a la vacuna, al mismo tiempo que con Estados Unidos, con los demás países de la OCDE. El objetivo es que México tenga número suficiente en tiempo para que, una vez que los departamentos de salud den autorización a los estudios. Lo estratégico es estar ahí.

Argumentó que el actual gobierno federal se ha propuesto –desde el inicio– involucrarse en el terreno de la atracción de la inversión internacional, México tiene que ser muy inteligente y muy proactivo, que diseñe qué inversiones queremos y no qué intereses vienen desde fuera a una tasa de retorno más rápida.

La idea, agregó, es traer la siguiente oleada en la industria automotriz que descansa en energía eléctrica. Si seguimos confiados y con la mentalidad de que los procesos se van a organizar por sí solos, desde fuera, nunca tendremos los resultados que queremos.