A diferencia de las aplicaciones que se pueden descargar en los teléfonos celulares, que sólo emplean luz blanca de la cámara, el oxímetro de pulso es un dispositivo electrónico con luz infrarroja para medir el porcentaje de oxigenación en la sangre y la frecuencia cardiaca a fin de conocer la función pulmonar.

Su uso durante la pandemia de Covid-19 ha sido muy efectivo para detectar bajos niveles de oxigenación, pues tiene un nivel de precisión que no pueden ofrecer las aplicaciones de software, alertaron Miguel Ángel Nakamura, epidemiólogo del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado, y Tania Silva, neumóloga del Hospital General de Ajusco Medio.

Agregaron que debido a la alta demanda de oxímetros por el avance del nuevo coronavirus, este instrumento médico prácticamente está agotado pese a que su precio aumentó de 300 a 800 o mil pesos.

En entrevista por separado coincidieron en que esta aplicación, que promete medir el nivel de oxigenación del cuerpo, pero no tiene sistema infrarrojo ni la precisión para hacer una medición correcta en el paciente, no se le considera una opción viable.

Destacaron que toda persona con síntomas de Covid-19 puede acudir con un médico para un chequeo de sus niveles de oxígeno en sangre, debido a que el oxímetro es de uso común en el consultorio médico y es efectivo para la detección oportuna de niveles peligrosamente bajos de oxígeno en la sangre, que muchas veces se presenta como hipoxia silenciosa, en la que el paciente no puede detectar su falta de oxígeno.

Recordaron que toda persona que se sienta extenuada o cansada por actividades cotidianas o tenga coloración azul o morada en uñas y boca debe acudir de forma inmediata al médico.

Silva señaló que los oxímetros son equipos que parecen una pequeña pinza que se coloca en un dedo, casi siempre el índice, y en menos de un minuto da una lectura confiable de la función pulmonar del paciente, la cual debe estar por arriba de 90 a 92 de saturación, pues de lo contrario se debe acudir a recibir atención médica.

En cuanto a las aplicaciones, dijo que no son funcionales, muchas se conectan a los relojes digitales para medir, por medio de la frecuencia cardiaca, la saturación en sangre, pero al no contar con sensores infrarrojos no son lecturas fidedignas y no las recomendamos.