París. El presidente de Francia, Emmanuel Macron, se comprometió ayer a poner en práctica un plan de apoyo a la cultura para tratar de paliar la crisis por la epidemia de Covid-19.

Macron esbozó las líneas generales de un proyecto que incluirá medidas para rescatar salas de cine y de teatro, festivales, espectáculos, la situación de los trabajadores temporales e incluso el rodaje de películas.

Debemos poder comenzar a abrir teatros, señaló el presidente, e igualmente abogó por retomar la actividad de las librerías, galerías de arte y museos, mezclando el sentido común y la creatividad, pero descartó hasta después del verano la posibilidad de realizar actos ni festivales con más de 5 mil personas.

Una de las cuestiones más preocupantes es el futuro de los más de 100 mil artistas, técnicos y trabajadores del mundo de la cultura empleados sólo durante el verano o intermitentemente en periodos vacacionales, y cuyo cómputo anual de 507 horas permiten el cobro de un subsidio de desempleo.

En la situación actual Macron consideró que este año en blanco acarrearía una inmensa precariedad, por lo que se extenderán los derechos de estos trabajadores hasta agosto de 2021, permitiéndoles una exención de las contribuciones durante cuatro meses.

En cuanto al cine, anunció la creación de un fondo de compensación temporal destinado a ayudar a los artistas, distribuidoras y productores, que será respaldado por bancos, aseguradoras y Sofica, la sociedad estatal para financiar a la industria cinematográfica y audiovisual.

Por último, anunció la organización de un importante programa de actividades desde entidades públicas dirigido especialmente a jóvenes creadores menores de 30 años que cuenten con la ambición necesaria para inventar una temporada extraordinaria y rescatar al público.