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Periódico La Jornada
Domingo 5 de abril de 2020, p. 30

Algunos capitalinos han tratado de realizar sus actividades normalmente en las dos semanas de confinamiento recomendadas por las autoridades, en parte porque dudan de la fuerza del Covid-19 para propagarse, como se ha informado, ya que no conocen un caso cercano o consideran que sólo afecta a quienes padecen una enfermedad. No obstante, hay quienes se ven obligados a salir para no perder sus empleos ni ingresos.

Lo principal para mí es el trabajo. Debo andar en la calle, soy entrevistadora y no conocí directamente un caso de Covid-19. Déjame decirte que recorrí todo Benito Juárez y sí existe, pero no lo conocí. La gente que ha muerto es porque padecía cáncer, VIH y diabetes; las más propensas a tener defensas bajas, entonces ahí no sabemos si es el Covid u otra enfermedad. Realmente no me preocupa mucho, me muevo en Metro, micro, caminando y me siento bien. La gente está muy espantada, pero si estuviera fuerte ya hubieran cerrado el aeropuerto. No lo veo tan fuerte, me siento sana, he tenido contacto con mucha gente, pero no creo que sea como se dice.

Julia Olvera

Quieren que me quede en la casa, ¿pero uno de qué vive? Aquí estamos y cada quien sale como puede; han bajado los clientes porque no pasan y uno ve cómo le hace para salir. Desde chiquito he sido comerciante. Uno me trajo del pueblo y se aprovechó 10 años de mí, no me soltaba hasta que yo empecé a trabajar por mi cuenta. Yo tengo que trabajar porque quién me va a ayudar ahorita, nadie tiene trabajo. No hay chamba y hay que salir a buscar. Yo no tengo estudios, pero soy trabajador y no me dejo de nadie ni confío en nadie y si trabajo es por mi necesidad.

Carlos, bolero

Nosotros trabajamos y vivimos al día, no tenemos sueldo y se trabaja para comer. Limpio el microbús con gel y cloro lo más que se puede para desinfectarlo. Yo me protejo usando el cubrebocas, pero con el calor me lo quito y pongo porque me sofoca. Los guantes con el volante me cuesta trabajo, además, se deshacen con el calor. De hecho ya sólo vamos a trabajar esta semana porque ha bajado mucho la gente, como un 60 a 70 por ciento, y ya se vienen las vacaciones. Ahorita estoy terminando a las siete porque ya no se puede seguir, no se sube nadie.

Orlando Cruz, conductor

“Yo tengo que salir a vender, no me queda de otra. No me puedo quedar en la casa porque vivo de lo que logro vender todos los días. Nos dicen ‘quédate en tu casa’, pero no tengo el dinero para poder hacerlo. Todos los días estoy pensando en esa situación, pero no puedo dejar de vender porque cómo voy a comer y qué le voy a dar a mi hija y a mi familia. Las ventas están muy bajas, pero sí he vendido, al menos saco para la comida y lo necesario para terminar el día. Yo quisiera nada más quedarme en mi casa porque todos lo días sé que se trata de mi salud, pero no puedo. Llego a vender a la una de la tarde y me voy a las nueve de la noche, ya que tengo que aprovechar entre las cuatro y las seis de la tarde, que es cuando pasa un poco más gente.”

Aylín, comerciante

Tengo que trabajar porque mi jefe no quiso que me quedara a descansar. Yo soy promotora de una marca de yogur y lo que tengo que hacer todos los días es acomodar el producto y recomendarle a la gente que acude a los centros comerciales que lo compre. Pienso que no es indispensable mi función, pero el patrón no lo ve de esa manera y por eso tenemos que salir a diario. Para protegerme uso el cubrebocas y también gel antibacterial; saliendo del trabajo me voy directamente a mi casa, pero me siento en riesgo cuando salgo y trabajo, tanto en la tienda como afuera, porque muchos de los clientes son extranjeros y siempre hay gente en las tiendas. Estar en la calle me angustia sólo de pensar si por donde paso está desinfectado o no.

Carolina