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Cambian los géneros, los calificativos, pero el amor no pasa de moda

Las buenas canciones perduran: Guadalupe Pineda

 
Periódico La Jornada
Lunes 3 de febrero de 2020, p. a11

Con 45 años de trayectoria, Guadalupe Pineda está convencida de que cantar al amor no pasa nunca de moda.

Podrán cambiar los géneros, la manera de hacerlo, pero si escuchas un tema de Agustín Lara, Río Roma, Sin Bandera o Reyli lo único que se modifica son los adjetivos calificativos, comentó la intérprete a La Jornada a propósito de las dos únicas presentaciones que compartirá con el grupo El Consorcio, antes llamado Mocedades, los días 16 y 22 de febrero en el Auditorio Nacional y en la Arena Monterrey, de manera respectiva.

Esta agrupación, agregó, ha cantado al amor durante más de cinco décadas; tiene grandes éxitos que marcaron toda una época y siguen en la memoria de la gente. Cuando uno deja una huella musical las buenas canciones perduran para siempre.

Pineda, quien comenzó muy joven su carrera, aseguró que a lo largo de más de cuatro décadas la mujer se ha transformado como debe ser: creciendo emocional e intelectualmente; soy plena y entiendo el mundo; además, agradezco a la vida el lugar donde estoy, porque la vida es el mejor catalizador y maestro para madurar. He asimilado las cosas buenas, las no tanto y lo que me ofrece la vida.

En el caso de su vocación, una manera de comunicarse con el mundo, destacó: me ha regalado el amor del público, el cual me sigue desde hace 45 años; incluso mi voz ha crecido y ganado carne; he cobrado fuerza interpretativa, ya no es la voz blanca, con algo de niña que tenía cuando comencé. Ahora es la voz de una mujer que tiene vivencias, que conoce más acerca de la vida, lo cual se nota de manera indiscutible.

Pineda, quien con su voz se adueña del ánimo del público y emociona con la nitidez de su música, ha abordado ópera, canción ranchera, bolero, balada o jazz, sin castigar el canto de protesta que enarboló en sus inicios.

Ahora, durante las dos noches, que prometen estar llenas de amor y romanticismo, Pineda y El Consorcio recordarán grandes éxitos, como Eres tú, Tómame o déjame, Donde estás corazón, Secretaria, El vendedor, Unicornio azul, Yolanda, Cómo fue, Todo cambia y Coincidir. Cada uno de nosotros va a tener una participación individual y después nos vamos a unir en el escenario; además, habrá sorpresas con la única finalidad de cantar al público y recordar temas emblemáticos en las carreras de ambos. Tampoco faltará, agregó, repertorio de su disco Homenaje a los grandes compositores.

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▲ La intérprete ofrecerá conciertos con El Consorcio en el Auditorio Nacional y en la Arena Monterrey.Foto Prensa Danna

Agradecida con la vida

Pineda compartió una anécdota que la une al grupo español. “Hace más de cinco años, era productora independiente e hice un disco titulado A flor de piel, al cual invité a cantar a Amaya, esta gran voz de El Consorcio; ella aceptó con sencillez y humildad. Para mí, ser agradecida en la vida es muy importante y ahora ésta nos vuelve a reunir”.

Guadalupe Pineda, quien heredó la voz de su madre y abuela, sabe que la música también es útil para sobreponerse a los momentos difíciles. Hay que apretar, a veces, la garganta para no llorar, porque uno se debe a su público y debe responder a las vicisitudes de las cosas negativas, es decir: crezco y aprendo de los golpes que me da la vida.

Entre la infinidad de anécdotas, comentó que con su canto ha acompañado a sus seguidores en diversos momentos y estados emocionales. Uno de los más conmovedores, recordó, fue el día en que una persona en Estados Unidos pidió que la desconectaran oyendo una canción mía; uno ni se imagina cómo está llegando a la vida de alguien.

La intérprete, originaria de Guadalajara, Jalisco, quien inició su carrera en pequeños foros, peñas y cafés, a la par que estudió sociología en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, de la Universidad Nacional Autónoma de México, al mirar al pasado sostuvo: lo bueno y lo malo que he hecho en la vida han conformado el buen ser humano que soy. Uno es producto de su destino.