Durante su visita de ayer a una sección del muro que separa a Estados Unidos de México, en California, el presidente Donald Trump dijo que aún existe la emergencia nacional con respecto a la seguridad fronteriza.

Aseguró además que las tropas estadunidenses podrían ser retiradas de la línea limítrofe cuando finalmente se construya el muro, y que si México deja de ayudar a detener el flujo de inmigrantes, se analizará imponer aranceles a las importaciones mexicanas.

Cerca de 100 personas realizaron una protesta contra Trump en la avenida Cuarta y Broadway, justo a unos metros del hotel anfitrión U.S. Grant, donde el mandatario estadunidense se reunió con empresarios que lo apoyan económicamente en su relección. En dicho punto, los inconformes hacían turnos para sostener un inflable con la figura de Bebé Trump, al tiempo que mostraban su oposición a las políticas antimigrantes del republicano.

Rechazamos la presencia de Donald Trump aquí en California, rechazamos su política de muertes impuesta a trabajadores latinoamericanos, señaló Benjamín Prado, integrante de la Asociación Unión del Barrio San Diego.

Mientras, en la avenida Tercera y Broadway, un grupo menor apoyaba al magnate y aseguraba que su relección mejorará la economía en Estados Unidos. Yo y mi familia apoyamos al señor Trump porque es mejor para Estados Unidos y la economía del mundo, comentó un ciudadano de nombre Larry William.

La presencia de ambos grupos generó algunos momentos de tensión cuando partidarios del mandatario se acercaron para retar a los opositores, lo que provocó la intervención de policías, quienes pusieron vallas para separarlos.

Restaurantes y tiendas de conveniencia en el centro de San Diego vieron afectadas sus ventas, que bajaron hasta 30 por ciento por el cierre de la avenida Broadway entre las calles Tercera y Cuarta durante la visita del presidente.