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Ulises Lara, vocero de la PGJ

Arreglos entre grupos criminales estarían atrás de muerte de israelíes

No fue crimen pasional ni terrorismo, sino una ejecución directa, señala

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▲ El vocero de la Procuraduría General de Justicia, Ulises Lara López, informó en conferencia de prensa que el homicidio de los dos ciudadanos israelíes es resultado de arreglos con la mafia israelí.Foto Alfredo Domínguez
 
Periódico La Jornada
Viernes 26 de julio de 2019, p. 32

Las autoridades de la Ciudad de México informaron que el asesinato de Benjamín Yeshurun Sutchi y Alon Azulay el pasado miércoles en el restaurante Hunan, en plaza Artz, ubicada en Anillo Periférico Sur número 3327, en la colonia Jardines del Pedregal, “no fue un crimen pasional o terrorismo, sino una ejecución por arreglos con la mafia israelí”.

En la presentación de la Red de Apoyo Mutuo de Mujeres Indígenas, la procuradora General de Justicia, Ernestina Godoy Ramos, señaló que cuentan con la colaboración de la embajada de Israel, la cual informó que ambos tenían antecedentes penales en su país y en México.

Así como del Instituto Nacional de Migración, al que solicitó su ficha migratoria para integrarla a la carpeta iniciada por homicidio doloso; e indaga la identidad de Esperanza Gutiérrez, autora material, para saber quién la contrató, sus vínculos con una organización criminal y si usó el arma en otro ilícito.

La investigación no se trasladará a la Fiscalía General de la República, se complementará con las declaraciones de testigos que estaban en la plaza y en el restaurante y con las imágenes de las cámaras de seguridad del lugar, precisó.

Los peritos analizan los casquillos encontrados –más de 40–, con las imágenes del C-5 se busca la ruta de escape de por lo menos otros tres involucrados y se revisa la participación de otra mujer, quien estaba con ellos, pero antes de los disparos se dirigió a la cocina del establecimiento.

En conferencia de prensa, el vocero de la PGJ, Ulises Lara, explicó que en sus primeras declaraciones la mujer señaló que una infidelidad fue el móvil por el que disparó a su ex pareja, Joni Ben Sutchi (aunque su nombre real es Benjamin Yeshurun Sutchi), y después rectificó y dijo que fue una ejecución.

Además hirió a Azulay Alon, quien fue trasladado a un hospital, donde murió, cuyos antecedentes con la venta de armas y drogas y lavado de dinero, como se ha denunciado, se investiga, para lo cual se tiene coordinación con diversas instancias federales.

Destacó que el caso estaría relacionado con arreglos entre grupos criminales y/o delincuencia organizada, por lo que podría tratarse de arreglos con la mafia israelí.

Antes de la conferencia, la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, afirmó que la balacera fue un ataque directo relacionado con actos de delincuencia, no con terrorismo. Las investigaciones de la procuraduría ya muestran que no fue un crimen pasional, sino más bien tuvo que ver con una ejecución.

El caso es complicado: Orta

Entrevistado en el Club de Industriales, el jefe de la policía capitalina, Jesús Orta Martínez, mencionó que ninguna línea de investigación se descarta, pero por el momento no tiene información relacionada con que las víctimas se dedicaran a la venta de armas con cárteles del narcotráfico en el país.

“El giro de lo que originalmente se pensó –por las declaraciones iniciales de quien cometió la agresión– de un crimen pasional hacia un tema que pudiera implicar crimen organizado y que pudiera, por la nacionalidad de las víctimas, ser de índole internacional, es justamente la línea de investigación que se está siguiendo”, expresó.

A pregunta expresa de si la ejecución fue un ajuste de cuentas, respondió: No, ni siquiera podríamos establecer que fue un ajuste de cuentas, todo apunta hacia cuestiones más complicadas que eso.