Deportes
Ver día anteriorJueves 25 de julio de 2019Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

Analiza integrarse al equipo de Estados Unidos

Me siento traicionado por las autoridades deportivas: raquetbolista Alejandro Landa

El ex número uno mundial ganó un boleto a la justa de Lima 2019, pero la federación lo desconoció

Foto
▲ Landa asegura que la gente de pantalón largo que dirige el deporte mexicano corta de tajo las aspiraciones de los atletas.Foto cortesía del raquetbolista
 
Periódico La Jornada
Jueves 25 de julio de 2019, p. a14

Iniciaron las competencias de los Juegos Panamericanos de Lima 2019. Una sensación de tristeza y frustración invaden al ex número uno del raquetbol, actual tercero en la clasificación mundial, Alejandro Landa, quien hace unos meses planeaba representar a México en este torneo. La federación de la especialidad le negó el derecho que ganó de acuerdo con la convocatoria para el Campeonato Nacional, del cual emergió como monarca.

La impotencia ante la injusticia –relata Landa– lo llevaron a tomar una decisión dolorosa. No representará más a México en torneos internacionales, como hiciera por su parte la esgrimista Paola Pliego, y es probable que en adelante defienda los colores de Estados Unidos, país en el que reside desde hace muchos años.

Estoy decepcionado

Me siento traicionado por las autoridades deportivas de mi país, confiesa Landa; estoy decepcionado, no de mi país, sino de la gente que detenta el poder en el deporte.

La convocatoria del Campeonato Nacional, celebrado en febrero y marzo de 2019 en Chihuahua, aclara que el campeón y subcampeón ganarían su boleto para representar a México en los juegos de Lima 2019. El equipo mexicano, del que formaba parte Landa, perdió más tarde una plaza para el país, de las cuatro con las que contaban, y la federación de la especialidad decidió sacrificar la participación del campeón nacional.

Esa plaza la perdimos como equipo, pero yo tenía garantizado mi boleto, tal como lo señala la convocatoria del Campeonato Nacional, aclara Landa.

Landa buscó diversas opciones para apelar de la decisión y hacer que respetaran las reglas establecidas en la convocatoria al Campeonato Nacional. Y no sólo venció en ese torneo, lo cual le asignaba una plaza para los Panamericanos, sino, además, el año pasado dominó durante varios meses lo más al-to de la clasificación del tour profesional en Estados Unidos, logro que ningún mexicano había conseguido, y hoy está situado en la tercera posición. Es decir, lo dice sin aspavientos, es el raquetbolista mexicano en mejor posición tanto internacional como en el país.

Todas las autoridades me dieron la espalda; nadie intercedió por mi caso, lamenta; en México ser seleccionado es un estrés que mata todo entusiasmo, la emoción que se vive por defender los colores de tu país la sepultan los directivos que manchan al deporte por intereses personales.

Cuando se enteró de la renuncia de Paola Pliego a competir por México y que ahora representa a Uzbekistán, se dio cuenta que no tenía alternativa para resolver su caso. Entonces decidió que no volverá a representar a su país en competencias internacionales y ahora analiza la posibilidad de integrarse al equipo de Estados Unidos.

Ya no representará a México en justas internacionales

“Uno no renuncia a su nacionalidad, yo seguiré siendo el mexicano mejor clasificado en el tour profesional, pero ya no representaré a mi país como seleccionado en competencias internacionales”, dice con tristeza; con el paso que dio Paola Pliego me di cuenta que no soy el único que sufre los atropellos de las autoridades deportivas, porque pueden hacer lo que quieran con impunidad y si nadie pudo hacer nada por mi caso, no tenía remedio seguir luchando contra ese aparato. Para que cambien las cosas en México va pasar demasiado tiempo.

Para Landa no hay consuelo en este momento. Enterarse de lo que ocurre en Lima –comparte– le devuelve la sensación de impotencia, de enfrentar a la gente de pantalón largo que corta de tajo las aspiraciones de tantos deportistas.

Yo competí por mi boleto y gané un campeonato que nunca había podido conseguir, recuerda; la ilusión de participar en unos Panamericanos la mataron unos persona-jes que toman decisiones arbitrarias, que no rinden explicaciones a nadie. Nunca van a reconocer sus errores o artimañas; mientras tanto, los deportistas, que somos los que damos la cara y sufrimos a diario, seguiremos padeciendo la impunidad de estas personas.