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Francisco J. Múgica, el héroe de Andrés Manuel
E

n la entrevista que La Jornada publicó el 1º de julio, el presidente declaró que el general Múgica es el revolucionario a quien más admira.

¿Quién fue Francisco J. Múgica?

Nació el 3 de septiembre de 1884 en Tingüindín, Michoacán. Fue corresponsal del periódico Regeneración del Partido Liberal Mexicano, participó en 1910 en el antirreleccionismo, uniéndose al movimiento revolucionario después del fraude electoral de 1910. Combatió bajo las órdenes de Madero en la batalla de Casas Grandes el 6 de marzo de 1911. Después del triunfo, el entonces gobernador del estado de Coahuila, Venustiano Carranza, lo nombró director general de estadística. En 1913 participó en la redacción y firma del Plan de Guadalupe. Intervino directamente con el general Lucio Blanco en la organización del primer reparto agrario en Matamoros, Tamaulipas. Se distinguió como uno de los diputados con mayor liderazgo en el Congreso Constituyente de 1917.

El 18 de mayo de 1920 fue electo gobernador del estado de Michoacán. En marzo de 1922 tuvo que solicitar licencia y al intentar recuperar el cargo, en noviembre de 1923, fue aprehendido, pero logró huir convirtiéndose en prófugo. Cuatro años después se opuso a la relección del general Álvaro Obregón.

Durante el sexenio del presidente Cárdenas fue secretario de Economía (1934-35) y de Comunicaciones y Obras Públicas (1935-39) En marzo de 1938 redactó el manifiesto que el presidente leyó el día 18 de marzo anunciando la expropiación petrolera. En 1939 se retiró del gobierno para participar como candidato del PRM a la presidencia de la República. Entre los integrantes de la clase política se le señalaba como el sucesor natural; no obstante, por razones que nunca explicó el general Cárdenas, optó por Manuel Ávila Camacho. No obstante se acepta como una de las versiones que este personaje fue impuesto por los intereses particulares de los Estados Unidos, en el contexto de la guerra mundial.

En 1941, en calidad de desterrado político, se le designó gobernador del Territorio sur de Baja California. Así llegaba a los 55 años el hombre que estaba preparado para ocupar el más elevado cargo de la República, tal como lo demostró durante el Constituyente de 1917 y luego como gobernador de Michoacán. No pudo llegar porque poderosas fuerzas políticas se opusieron temiendo su pensamiento y compromiso genuino con los intereses del pueblo; sin embargo, no se dio por vencido y a los 65 años, en 1951, fundó un nuevo partido, junto con algunos de sus compañeros constituyentes de 1917. Tampoco lo dejaron llegar, no recibió el registro oficial y poco después él y sus compañeros se integraron a la Federación de Partidos del Pueblo que participó en el proceso electoral con Miguel Henríquez Guzmán como candidato a la presidencia.

Esta es la etapa más apasionante y controvertida en la vida de Francisco J. Múgica; sin embargo, la menos conocida, porque en las elecciones de 1952 el gobierno de la República encabezado por Miguel Alemán cometió el fraude más descarado y para imponerse lanzó a la fuerza pública contra el pueblo reunido en la Alameda, el 7 julio de 1952, iniciando con este acto lo que sería una constante durante el resto del siglo.

El general Francisco José Múgica murió el 12 de abril de 1954 , fue despedido por su esposa la señora Carolina Escudero, sus fieles compañeros Miguel Henríquez Guzmán, José Muñoz Cota y miles de mexicanos que siempre creyeron que él habría sido un presidente diferente a todos los que habían ocupado el cargo.

Una coincidencia que no se puede dejar pasar es que el general Múgica tuvo por compañera a una gran mujer que había estado con él como colaboradora desde los primeros años del gobierno de Cárdenas, la señora Carolina Escudero Luján. Ella había nacido en 1905 en Chihuahua. Cuando tenía trece años la familia emigró a El Paso, Texas. Hizo sus estudios en el Colegio Palmore. En 1929 emigra a la Ciudad de México y luego es contratada para trabajar en la Secretaría de Economía donde colabora directamente bajo las órdenes del general Múgica. En 1941 lo acompaña al destierro y el 23 de junio de 1942 se casan en La Paz, Baja California.

Durante los 12 años siguientes, ella fue determinante en todas las actividades de su esposo, pero resplandeció en todos los espacios con su propia personalidad, siguiendo activa durante cuatro décadas en el estado de Michoacán, donde murió en 2000.

Una de sus colaboradoras cercanas, la promotora Alma Gloria Chávez escribió al recordarse los quince años de su muerte, que Carolina Escudero había sido una mujer de notable entereza, de recia personalidad, amable, justa y una promotora social y cultural incansable.

A su interés por lo humano, siempre le acompañó una mística y sentido de servicio hacia los demás, reconociendo en su práctica el destino propio de cada persona. Entusiasta y comunicativa, con una buena dosis de optimismo contagioso; además, poseía otro don importantísimo: sabía escuchar.

* Historiador, su más reciente libro: Villa bandolero