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Por violencia y obesidad se redujo dos años la esperanza de vida

La tendencia se detectó en 2010 por el aumento de asesinatos y diabetes, señaló el titular del Conapo

 
Periódico La Jornada
Domingo 2 de junio de 2019, p. 12

La epidemia de violencia desatada en el país desde 2007 ya impactó negativamente a la esperanza de vida de los mexicanos, advirtió Carlos Javier Echarri Cánovas, secretario general del Consejo Nacional de Población (Conapo).

Lo que hemos visto en México es que la epidemia y el crecimiento desmedido de la violencia nos ha llevado a una reducción de dos años en la esperanza de vida, comentó a La Jornada.

Explicó que la mortalidad mostró descenso importante desde 1985, pero en 2007 hubo un brinco que pareció estabilizarse hacia 2011. Sin embargo, señaló, los datos más recientes no son muy alentadores, en especial para los hombres: En las proyecciones de población vemos claramente el descenso como resultado de los homicidios y también con las enfermedades vinculadas con el sobrepeso y la obesidad.

Desde 2010 los especialistas empezaron a notar este impacto, derivado del aumento de los homicidios y la diabetes. Las previsiones fueron confirmadas en la encuesta intercensal de 2015. Agregó que el análisis de 2017-2018 de estadísticas vitales refuerza la proyección hacia la baja en la esperanza de vida.

Incremento de homicidios

Lo que tenemos hasta 2017, precisó, es que sí ha habido incremento muy fuerte y muy peligroso de las muertes por homicidios.

Un panorama general muestra dos sentidos, señaló el titular de Conapo: la disminución de la esperanza de vida no es exclusiva de nuestro país (en la región también es fuerte en Colombia y Honduras), así como efectos indirectos de la violencia, como desplazamiento interno forzado y repercusiones de la violencia en los hogares.

Igualmente es importante mencionar, añadió, que las proyecciones no se basan sólo en homicidios dolosos, sino también en los culposos. En el país hay alta tasa de muertes por accidentes, así como aumento del suicidio, en especial en la península de Yucatán.

Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en el país ha habido una curva ascendente desde la década de los 30, cuando la esperanza de vida era de 34.7 años para las mujeres y 33.0 para hombres. En 2016, la más reciente medición del Inegi, el indicador se situaba en 77.12 años a escala general (casi 78 para mujeres y casi 73 para hombres).

En cuanto a la violencia, el Conapo hace énfasis en que se debe atender tanto la situación en la calle como en casa, por la prevalencia de este fenómeno contra las mujeres en todas sus formas. Y en cuanto a la salud, el funcionario señala que es necesario ir más allá en este tema en cuanto a políticas públicas para prevenir y atender el problema.

Echarri Cánovas es doctor en demografía, investigador nacional y especialista en temas de salud reproductiva y sociedad, violencia feminicida y embarazo de adolescentes, entre otras.

El Conapo difundió recientemente un estudio sobre el desplazamiento interno forzado, no sólo por riesgos de fenómenos naturales, sino por violencia. Por ejemplo, en Aldama, Chiapas, sigue una disputa territorial que se arregla a balazos, lo cual provoca desplazamiento de la población.

Según información estadística oficial, en el país hay 450 mil viviendas vacías. Si bien habría un panorama multifactorial, no hay una herramienta para determinar exactamente cuántos desplazados existen.

Las autoridades cruzan actualmente datos de diversas fuentes para delinear ese punto y clarificar el ambiente violento dentro y fuera de los hogares. Estamos trabajando con otras instancias de la Secretaría de Gobernación, precisó.

Hay también iniciativas de ley, agregó, porque se considera que se debe trabajar en líneas paralelas: cómo se identifica quién es desplazado interno forzado y las causas, a fin de incorporar el problema en el programa sectorial de derechos humanos, es decir, atender a las víctimas tanto a nivel físico como emocional.