Deportes
Ver día anteriorLunes 8 de abril de 2019Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

Ayer, 5-2 en el nuevo estadio

Los Tigres se llevan la aún clásica guerra civil ante Diablos Rojos

La respuesta del público anima a los beisbolistas

 
Periódico La Jornada
Lunes 8 de abril de 2019, p. 6

Hay rituales que no desaparecen. Resisten con discreción por la pasión de sus fieles. Hace casi 20 años que este clásico del beisbol mexicano dejó de ser la guerra civil. Los Diablos Rojos permanecieron en la capital del país, pero los Tigres iniciaron una etapa de peregrinaje que recaló en su actual sede, Quintana Roo. Pero los seguidores de ambas novenas siguen viviendo la rivalidad como si aún compartieran ciudad. Dicen los seguidores de los felinos que para ellos su equipo nunca se ha ido.

Y en esta tradición que se renueva, los vencedores fueron los Tigres, quienes se llevaron la serie al ganar dos de los tres partidos que inauguraron la temporada en el nuevo estadio Alfredo Harp Helú.

La tarde del domingo, los felinos derrotaron 5-2, después de un juego muy cerrado en el que defendieron con temple los escarlatas. Pero los seguidores de los Pingos, una abrumadora mayoría, no se desanimaron, pues dijeron que esta es una temporada de 120 partidos y sólo han perdido un par. Sí, en la serie inaugural, algo que les duele, pero entusiasmados de que tienen el suficiente coraje para revertir la situación.

En el primer juego los Diablos aprovecharon la volatilidad de la nueva pelota de esta temporada para encabezar una ofensiva explosiva que les dio una victoria de 14-8. Pero el sábado, tras una junta a puerta cerrada entre lanzadores y cátcher de los Tigres ajustaron las tácticas y estrategias, lo que les permitió empatar la serie al vencer 4-3 a Diablos. Este domingo decisivo, los Pingos salieron bien preparados para sentenciar el duelo; no permitirían que sus rivales históricos les arruinaran el estreno de temporada.

En la tercera entrada, los Diablos se adelantaron cuando Japhet Amador recibió un pasaporte y provocó la anotación de caballito de Armando Araiza. Después Oswaldo Arcia bateó un elevado de sacrificio al jardín central para impulsar la carrera de Carlos Figueroa y dejar la pizarra 2-0.

Durante cinco entradas los Diablos se mantuvieron con sobriedad defensiva. Sin embargo, todo se quebró en un instante en el sexto episodio. Bryant Aragón impulsó la primera carrera que pisó Frank Díaz y enseguida Rubén Sosa impulsó un par de carreras anotadas por Francisco Córdoba y Bryant Aragón para revertir la pizarra por 3-2.

Los escarlatas intentaban reponerse, pero el buen trabajo desde el montículo le impidió acortar la distancia. Por el contrario, Rubén Sosa volvió a impulsar una carrera anotada por Rolando Acosta para aumentar la distancia a 4-2 favor Tigres. Y como colofón, con su adecuada dosis de pasión, en la novena entrada los felinos volvieron a anotar con Brandon Villarreal desde la antesala, en una jugada que reclamaba el entrenador de los Diablos, Víctor Bojórquez, por la cual fue expulsado del diamante.

Cuando todo estaba perdido para los Pingos, salió el orgullo escarlata. Refrendaron que se gane o pierda, la fidelidad a su equipo está blindada. Salieron juntos aficionados de uno y otro bandos, gente adulta apoyada en bastones, bebés en brazos y multitudes de jóvenes, porque dicen que el beisbol está más vivo que nunca.

El entrenador de Tigres, Jesús Sommers, parecía conmovido, no sólo por ganar la primera serie a su rival de tradición. Lo conmovía ver a más de 20 mil personas en un estadio de beisbol.

Esto es lo más bonito que puede ocurrir, dijo; esto no se veía desde antes de la huelga de beisbolistas en los años 80, después de eso parecía que se acabó todo, pero aquí está, la gente regresó.