Es todo un reto para los gobiernos de las ciudades adoptar las medidas necesarias con la finalidad de limitar la contaminación de aire, advirtió Mario Molina Pasquel, premio Nobel de Química, e indicó que en México sigue pendiente las mejoras en la calidad de las gasolinas.

Destacó que para reducir los niveles de polución atmosférica, el quehacer desde los gobiernos debe enfocarse más allá del sector transporte y abarcar tanto a la industria como al ramo de venta de comida callejera.

Entrevistado por medios de comunicación en el contexto del taller El monitoreo de la calidad del aire en sistemas urbanos complejos: el reto y las oportunidades que imponen las nuevas tecnologías disponibles, organizado por la Agencia Francesa de Desarrollo y el Centro Mario Molina, el premio Nobel de Química advirtió que el aire contaminado tiene efectos muy importantes en la salud.

“Es evidente que la gente quiere vivir en un sitio saludable… Los niños y los jóvenes son muy suscep-tibles a sufrir daños, sobre todo por ciertos contaminantes, como las partículas pequeñas, porque penetran en los pulmones y causan una serie de enfermedades”, dijo Molina Pasquel.

En relación con la calidad de combustibles, explicó que por fortuna ha habido reglamentos, sin embargo, aún no estamos al día. Como ejemplo mencionó el diésel, ello debido a que en transporte de carga y pasajeros es importante que contenga poco azufre para que puedan colocarse catalizadores que reduzcan emisiones, de lo contrario, estos aparatos se estropean.

Abundó en que Petróleos Mexicanos desde hace años se había comprometido a producir diésel de azufre ultra bajo, sin que hasta el momento se haya podido concretar, debido a que por dificultades que ha enfrentado la petrolera se ha tenido que importar este producto.

Además del transporte, sectores industriales –como tintorerías y el uso de pintura con solventes– emiten compuestos orgánicos volátiles (sustancias químicas que contienen carbono y muchos contaminantes peligrosos).

Agregó que hay ejemplos donde sólo se limita el uso de la pintura con base de agua, tal es el caso de Los Ángeles en Estados Unidos. En México esto sólo se hace de forma parcial, limitada. La finalidad de los trabajos que realizamos es poder tomar las decisiones más apropiadas que es lo que conviene a la sociedad para mejorar su calidad de vida al menor costo posible.

Otro problema típico de México es la producción de comida para su venta en las calles, lo que genera contaminación atmosférica al sumarse miles de puestos. En diversos países, como es el caso de algunos europeos, por norma los restaurantes deben tener filtros.

Para el científico, sería recomendable que pongan en práctica de manera más efectiva medidas de este tipo, desde los puestos más pequeños hasta los grandes restaurantes. El investigador expresó que ello es ejemplo de una acción difícil de implementar ¿Cómo le hace uno para controlar que la sociedad responda a ese tipo de cosas? Es mucho más fácil controlar los automóviles con verificaciones.

Asimismo, dijo que es importante avanzar en el uso de nuevas tecnologías para mejorar los niveles de medición del aire.