Mundo
Ver día anteriorViernes 22 de marzo de 2019Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

No me amedrentan, advierte el opositor

Jefe de despacho de Guaidó, detenido en Caracas por integrar una célula terrorista

Asegura ministro del Interior que Marrero reclutó a mercenarios; también allanan casa de diputado

Foto
▲ Néstor Reverol, ministro del Interior de Venezuela, al informar ayer sobre la detención de Roberto Marrero (a la derecha, en imagen de hace unos días), uno de los colaboradores más cercanos del autoproclamado presidente encargado, Juan Guaidó.Foto Afp/Ministerio del Interior de Venezuela y Ap
 
Periódico La Jornada
Viernes 22 de marzo de 2019, p. 23

Caracas. Roberto Eugenio Marrero Borgas, jefe de despacho del líder opositor, Juan Guaidó, fue detenido la madrugada de este jueves por el Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin) acusado de integrar una célula terrorista que planeaba ataques en el país con la intención de crear caos, informó Néstor Reverol, ministro del Interior, Justicia y Paz.

En un mensaje transmitido por el canal estatal Venezolana de Televisión, el funcionario indicó que Marrero, abogado de 49 años, reclutó a mercenarios colombianos y centroamericanos para planear ataques selectivos contra políticos, militares y magistrados, además de realizar actos de sabotaje a los servicios públicos.

Precisó que en esta operación se allanaron las residencias del detenido y del diputado opositor Sergio Vergara en esta capital. También se arrestó a Luis Alberto Páez Salazar, identificado como escolta del abogado, y se confiscaron vehículos, celulares, un lote de armas de guerra y dinero en efectivo en divisas extranjeras.

Vergara contó en Twitter y a la prensa que durante el registro unos 15 agentes lo pusieron boca abajo y violentaron su vivienda, al tiempo que le preguntaban por la ubicación de Marrero. Añadió que los agentes del Sebin sembraron armas en el domicilio del detenido.

Reverol sostuvo que todos los integrantes de la organización fueron plenamente identificados y dijo que los organismos de inteligencia están tras su captura, pero no dio nombres o detalles sobre las personas a las que se investiga.

Más tarde, la Fiscalía General señaló que Marrero es investigado por su presunta vinculación con delitos que implican la violación del orden constitucional y la promoción del terrorismo y la violencia, incluido el intento de magnicidio contra el jefe de Estado.

Sin nombrar al acusado, el presidente Nicolás Maduro aseguró en su programa semanal de radio y televisión que el detenido estaba manejando mucho dinero producto del financiamiento gringo y planeaba atacar cuarteles militares, hospitales y estaciones del Metro.

Horas antes, el titular de la Asamblea Nacional (AN), Juan Guaido, quien se proclamó presidente encargado de Venezuela el 23 de enero pasado, dijo en conferencia de prensa que no se dejará amedrentar por esta detención, a la cual calificó de secuestro y una muestra de debilidad de Maduro.

Como no pueden llevarse preso al presidente encargado, se llevan a los más cercanos. Acá seguiremos, pase lo que pase, sostuvo el dirigente opositor –reconocido por más de 50 países encabezados por Estados Unidos–, durante la entrega de donaciones en un centro católico en la zona este de Caracas.

Mike Pompeo, secretario estadunidense de Estado, condenó en Twitter la detención y exigió la liberación inmediata del abogado. En declaraciones a la cadena Fox News, aseguró: Haremos todo lo posible para sancionar a quienes dirigieron y ordenaron el operativo.

La Organización de los Estados Americanos, la Unión Europea y el Grupo de Lima, sin la participación de México, también exigieron la inmediata liberación de Marrero. La Organización de las Naciones Unidas pidió a todos los actores en Venezuela rebajar las tensiones, tras enterarse del arresto.

En este contexto, el canciller venezolano, Jorge Arreaza, celebró el triunfo de una resolución presentada por su gobierno en nombre del Movimiento de Países No Alineados ante el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, en torno a los efectos negativos de las sanciones unilaterales.

En otro orden, un tribunal venezolano condenó a cinco años de cárcel por corrupción a la juez María Afiuni, considerada presa política por opositores y juristas.