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Soy pudoroso, pero me metí en una cinta que habla mucho de mí, dice Almodóvar

El cine nació para ser proyectado en una sala, afirma el realizador al referirse a las plataformas

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▲ Pedro Almodóvar y Penélope Cruz, durante la presentación de Dolor y gloria, que protagoniza Antonio BanderasFoto Afp
 
Periódico La Jornada
Miércoles 13 de marzo de 2019, p. 7

Madrid. El director Pedro Almodóvar convierte a Antonio Banderas en su alter ego en su nueva película, Dolor y gloria, que entreteje partes de su biografía con ficción, la cual llegará a los cines el 22 de marzo con un reparto en el que también destacan Penélope Cruz, Asier Etxeandia, Leonardo Sbaraglia y Julieta Serrano.

Soy de naturaleza pudorosa, pero me he metido en una película que habla mucho de mí, expresó el cineasta este martes durante una entrevista con motivo del estreno del filme, que narra los rencuentros físicos y los recuerdos de la niñez de un director en su ocaso.

Almodóvar destacó que no concibe esta película con otro actor diferente a Banderas, aunque admitió que dudó, porque la cinta requería gestos minúsculos, y eso suponía exigir lo opuesto a la vitalidad natural del actor malagueño. Según dijo, todo funcionó porque, entre otras cosas, han compartido muchas experiencias y se han formado en la cultura de los años 80.

El personaje de la madre se divide en dos: Penélope Cruz interpreta a la madre del Salvador de la infancia, mientras Julieta Serrano da vida a una madre anciana. La muerte de mi madre no sé cuánto tiempo me duró, pero yo la orfandad la sentí con ella, no con mi padre, reveló el cineasta.

Según indicó, a su padre lo trató menos, porque murió 20 años antes y en ese momento el director estaba en plena vorágine en Madrid. De hecho, la semana en que falleció estrenó Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón. Me dijo que a partir de su muerte yo iba a ser el padre de familia. Eso en La Mancha es algo que tiene mucho sentido, es un patriarcado y toda la familia depende del hijo mayor, recordó.

Almodóvar no se atreve a pronosticar qué va a pasar con los cines en un momento en el que plataformas como Netflix ganan terreno, pero sí expresó su anhelo. Mi deseo es que no cierre ninguna sala más y que la gente vuelva al cine, en España sobre todo, donde ha caído mucho la asistencia, sostuvo.

Quiero creer que es un proceso reversible, señaló el cineasta, quien no obstante cree que es maravilloso que exista tanta oferta, que trae consigo más trabajo, por lo que aboga por una convivencia con la pantalla de la sala. El cine nació para ser proyectado en una sala, precisó.

Retrato de un alma

Antonio Banderas aseguró que desde el principio rechazó la tentación de imitar a Almodóvar en Dolor y gloria, porque no se trataba de eso, sino de retratar un alma que quiere expresar cosas. Según indicó, Pedro decidió ponerle su pelo, su ropa y su departamento, pero hasta ahí llegan las coincidencias.

Es una reflexión del cine dentro del cine, de la vida, de su familia y de sus amigos, puertas y círculos que había que cerrar, e imitarlo no entraba en la ecuación. Había que ser sutil y entenderlo sin parecerme a él, pero dejando notas, olores y sabores, expuso.

La ficción y la biografía del director manchego se entretejen, pero Banderas cree que reconoció una experiencia personal de Almodóvar en un momento en el que dos cincuentones se dan un beso en la pantalla. Esta propuesta no aceptada que sirve para sellar un final es a su juicio uno de los ejemplos de reconciliación y de aceptación de esta película y las cuentas pendientes que el director necesitaba cerrar.

Asier Etxeandia, por su parte, interpreta a Alberto, un actor en la vida de un director, con quien Salvador se fue de fiesta en los 80, que dio voz a sus guiones, con quien deja de hablarse y a quien decide volver a acercarse.

Cruz destacó que el cineasta ha sido el gran observador de las mujeres, para las que ha escrito maravillas. Siempre ha rendido homenaje a la figura de ellas.

Serrano expresó: Almodóvar corre el riesgo de abrirse, pero hay muchas cosas inventadas, como creador hace ficción la realidad.

Nora Navas, quien al igual que Sbaraglia debuta con el director manchego, interpreta a su asistente. Según indicó, aunque esta película aborda un viaje masculino, cree que hay equilibrio entre hombres y mujeres. Le gustan mucho las mujeres, verlas bellas e inteligentes.