Los datos obtenidos de los dos espectrómetros de la nave espacial (que orbitan el antiguo asteroide Bennu) revelan la presencia de moléculas que contienen átomos de oxígeno e hidrógeno unidos entre sí, conocidos como hidroxilos, informó ayer la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio de Estados Unidos (NASA, por sus siglas en inglés). Agregó que el equipo sospecha que estos grupos de hidroxilo existen en todo el asteroide en minerales arcillosos que contienen agua, lo que significa que en algún momento el material rocoso de Bennu interactuó con el agua. Los datos se recopilaron durante la fase de aproximación de la misión Osiris-Rex, entre mediados de agosto y principios de diciembre, cuando la nave llegó a un lugar a unos 19 kilómetros del asteroide, explicó la NASA. Osiris-Rex intentará volver a la Tierra para 2023.