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Es base para prioridades de AMLO

Transparencia, indispensable en la lucha anticorrupción: Javier Acuña
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▲ El Inai reivindica su labor como una herramienta clave en la democracia.Foto Cuartoscuro
 
Periódico La Jornada
Martes 4 de diciembre de 2018, p. 14

En entredicho bajo la óptica del nuevo gobierno por oneroso e ineficaz, el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (Inai) reivindica su labor como base para cumplir las prioridades del próximo sexenio.

Su presidente, Francisco Javier Acuña, sostiene: no puede haber lucha anticorrupción sin transparencia que dimensione sus alcances, y la austeridad por la que se pugna, sólo puede acreditarse socialmente por esta vía.

En entrevista, Acuña destacó que los organismos autónomos en las democracias –particularmente en un contexto como el que se perfila, con un Ejecutivo fuerte con amplia mayoría en el Congreso– representan instrumentos técnicos fundamentales para dotar de balance institucional: “Deben ser bisagras para equilibrar decisiones públicas; representan un patrimonio público construido, algunos, hace más de 20 años. Sería paradójico volver a tener un Ejecutivo demasiado fuerte que haga palidecer esta actuación técnica y neutral del Estado.

El Inai es determinante porque es del Estado. No es ni del gobierno que se va ni del que viene (...) es una institución que no nació de una congracia de un gobierno para con nadie, menos para consigo mismo. Es una institución incómoda, mucho más que laudatoria o inocua desde que era Ifai, cuando hubo intentonas de desaparecerlo, cuando sus condiciones eran vulnerables, quebradizas, carentes de peso específico, sostuvo Acuña.

–¿Le preocupan los conceptos del nuevo gobierno sobre el Inai?

–No pueden ser agradables ni compartidos. Parecieran estar situados aún en un clima de campaña. No son gratos pero hay que ser cautos, más si entrañan conjeturas de que somos tibios o sistémicos cuando se encararon resoluciones como Ayotzinapa; se abrió la averiguación previa de Odebrecht –que es insólita–, se abrieron las bitácoras de vuelos de las aeronaves de la Presidencia. Hemos emitido resoluciones suficientes para demostrar que hemos tenido conciencia crítica.

Los estigmas en democracia son entendibles pero hay impresiones de que es caro, inútil e innecesario. Eso es una percepción, pero otra cosa es conforme a un análisis técnico y de resultados de que se puede comprobar lo contrario.

En esta lógica, se anticipa a la nueva era de reducción del gasto y al potencial impacto en los órganos autónomos: una austeridad extrema pondría en conflicto el cumplimiento de los fines de las instituciones. Entendemos que hay momentos críticos y que se advierte una austeridad de mayor calado, pero si el nivel de restricción presupuestal llega a la inacción, podría impedir que se cumplan los cometidos. La pregunta es: ¿hasta donde se puede llegar en los ahorros para que sea responsable?

Reconoce que en un país con tantos millones de pobres, algunas instituciones pueden percibirse como costosas y cuando se habla de miles de millones de pesos, pueden sonar ofensivos. Pero el funcionamiento de las democracias no es barato porque son procedimientos sofisticados para lograr los fines. En realidad no implican gasto, sino inversión.

Refiere que el salario que perciben los comisionados han permanecido iguales al que devengaban en el desaparecido Ifai, con independencia de que la carga de trabajo por las nuevas leyes se ha incrementado sustancialmente y el personal sólo creció en 300 plazas.

–La polémica salida de la ex presidenta no ayudó.

–Fue una cuestión personal pero sabemos que generó un costo político, hubo un reproche encendido en el clima de campaña.

Eso derivó en un dilema ético y en la necesidad de que hubiera una cláusula de enfriamiento para que los comisionados no saltaran a una candidatura o a dirigir un partido y así quedó en el Código de Ética del Inai, refirió.

–Genera la suspicacia de que se resuelva en función de construir una candidatura.

–Somos siete. Si fuese uni-personal tal vez sería discutible, pero somos siete.

Desde su visión, bajo las premisas del nuevo gobierno, cuyos ejes fundamentales son la lucha contra la corrupción y la austeridad, la transparencia es básica. la exigencia del reclamo a la excesiva corrupción conocida, en buena parte, es por la operación de los or-ganismos de transparencia. Si se ha podido focalizar ha sido por las lupas de los órganos garantes. Muchos hallazgos de las penosas y lamentables expresiones de corrupción, probable o segura, tienen que ver con el acceso a la información.