El peso se depreció ayer 1.26 por ciento (25 centavos) ante el fortalecimiento del dólar en los mercados financieros del mundo, que impuso nuevo récord en 16 meses respaldado en el desempeño económico de Estados Unidos.

En operaciones al mayoreo, el tipo de cambio cerró en 20.30 pesos por dólar, comparado con los 20.04 del día anterior, de acuerdo con el precio del Banco de México (BdeM). En ventanillas bancarias el dólar llegó a 20.60 pesos, frente a los 20.35 del martes, según datos de Citibanamex.

Así, el peso se ubicó, junto con el rand sudafricano y el real brasileño, entre las tres monedas más depreciadas en la sesión y acumuló una pérdida de 8.45 por ciento en octubre, su peor desempeño mensual desde noviembre de 2016 cuando los mercados reaccionaron ante la victoria electoral de Donald Trump en Estados Unidos.

La Bolsa Mexicana de Valores (BMV) terminó la sesión con una ganancia de 0.93 por ciento y cerró en 43 mil 942.55 puntos. Sin embargo, en el mes registró una caída de 11.2 por ciento, el peor comportamiento desde enero de 2009.

En Nueva York las acciones extendieron su recuperación apoyadas por acciones tecnológicas, pero el índice Standard and Poor’s 500 cerró uno de sus peores meses en siete años.

Si bien la caída del peso este miércoles está estrechamente relacionada con el comportamiento del mercado de cambios, existen otros factores que podrían ocasionar que el tipo de cambio siga subiendo hacia los 20.50 pesos por dólar en el corto plazo, entre ellos las modificaciones en la perspectiva de la calificación de la deuda soberana de México por las agencias Fitch y HR Ratings, así como por las declaraciones de ayer de Trump acerca de que México no ha querido o no ha podido parar la caravana de centroamericanos que se dirigen a Estados Unidos.

La caída del peso se concentró en la segunda mitad de octubre debido al rápido deterioro en la percepción de riesgo de México a partir del jueves 18, cuando Donald Trump amenazó con cerrar la frontera sur de Estados Unidos si México no hacía algo para detener el flujo de migrantes proveniente de Centroamérica, y aseveró que para él era más importante la seguridad nacional que el libre comercio, apuntó Gabriela Siller, directora de análisis económico-financiero del Banco Base.

Comentó que a partir de esa fecha se han sumado otros elementos que generaron presión al peso, relacionados con la aversión al riesgo en los mercados financieros globales, el cambio de perspectivas para la deuda de México por las calificadoras a raíz de la consulta sobre el nuevo aeropuerto y por las dudas sobre las políticas que implementará la siguiente administración y su efecto sobre Petróleos Mexicanos, la reforma energética y la deuda pública, lo que podría llevar a un deterioro del perfil crediticio del país.

Agregó que si continúa el rápido deterioro de la percepción de riesgo de México es probable que la Comisión de Cambios actúe y que el BdeM suba su tasa de referencia en la próxima reunión de política monetaria programada para el 15 de noviembre. También se abre la posibilidad de que el incremento sea de 50 puntos base y no de 25.

México se encuentra vulnerable a una salida de capitales, mayores depreciaciones del peso y subidas de la tasa de interés, pero no se espera que se produzca una crisis económica ya que el tipo de cambio, al estar en un régimen de libre flotación, funciona como amortiguador, consideró Siller.