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Los glaciares suizos han perdido una quinta parte de su volumen en la pasada década, dicen expertos

Intensas nevadas del invierno fueron contrarrestadas por las altas temperaturas a partir de marzo

 
Periódico La Jornada
Miércoles 17 de octubre de 2018, p. 2

Ginebra. Para los glaciares suizos 2018 ha sido un año de extremos, pues a a pesar de un invierno con mucha nieve, perdieron 2.5 por ciento de su volumen debido a las altas temperaturas en primavera y verano.

Según un informe publicado el martes por la Academia de Ciencias Naturales helvética, en 2018 los glaciares suizos perdieron una quinta parte de su volumen durante esta década pasada.

Eso, a pesar de que, después de tres años de poca nieve, el invierno 2017-2018 se anunciaba más bien propicio para los glaciares gracias a unas nevadas excepcionales.

De hecho, es la capa de nieve que cubre los glaciares la que impide que se fundan.

Hasta finales de marzo, todavía quedaba, por encima de los 2 mil metros, más del doble de la nieve que normalmente, y el espesor del manto de nieve era el más elevado registrado en los pasados 20 años, dijeron los científicos.

Sin embargo, las importantes nevadas del invierno se vieron contrarrestadas por las elevadas temperaturas y la sequía extrema a partir de marzo.

El verano pasado (junio-agosto) fue el más caluroso después de 2003 y 2015, según MétéoSuisse, y el periodo abril-septiembre fue de lejos, el de más altas temperaturas jamás registradas en el país, señalaron los expertos.

Cima del Weissfluhjoch, un ejemplo

A título de ejemplo, en la cima del Weissfluhjoch (2 mil 540 metros), donde se encuentra el instituto suizo para el estudio de la nieve y las avalanchas, no hubo ni una sola nevada superior a un centímetro, entre el 17 de mayo y el 4 de septiembre.

Una situación que nunca se había producido desde el inicio de los registros, hace 81 años.

Este calor, al que se suma la sequía, no sólo hizo fundir grandes cantidades de nieve invernal (a veces hasta 5 metros en los glaciares), sino que también fundió el hielo. El deshielo en general (nieve y hielo) nunca había alcanzado un nivel así, excepto durante 2003, explicó Matthias Huss, responsable de la Red Suiza de Registros Glaciológicos (GLAMOS) que cada año mide y analiza los glaciares.

Aunque 2003 sigue siendo el peor año para los glaciares, 2018 se sitúa seguramente entre los 10 más desastrozos de los pasados 100 años, y en los tres más serios para algunas de esas enormes masas de hielo, estimó el científico.

Agregó: si hubiera habido el nivel de nevadas de 2017, por ejemplo, 2018 habría sido sin duda récord absoluto.

Para los expertos suizos, la evolución de los glaciares de su país es reflejo de lo que sucede en el planeta.

El retroceso de los glaciares está directamente relacionado con el cambio climático, afirmó Huss.

Los glaciares son muy susceptibles a las temperaturas elevadas del aire, estas están claramente relacionadas con las fuertes concentraciones de dióxido de carbono en la atmósfera, explicó.

Si el calentamiento continúa a este paso, advirtió, “muchos pequeños glaciares van a desaparecer completamente y los mayores seguirán retrocediendo mucho.

Dentro de 20 años, podremos seguir admirando glaciares como el gran Aletsch (el más importante de los Alpes, en el sur de Suiza), pero la desaparición de los glaciares seguirá acelerándose, sostuvo.