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Revancha entre Álvarez y Golovkin, interesante, pero no de las mejores, afirma Ignacio Beristáin
 
Periódico La Jornada
Miércoles 12 de septiembre de 2018, p. a10

A contracorriente, y a pesar de ser un hombre de boxeo de toda la vida, el mánager Ignacio Beristáin no cuenta los minutos con impaciencia para ver la revancha entre el mexicano Saúl Canelo Álvarez y el kazajo Gennady Golovkin. Si algún partido de futbol lo seduce o lo vence el sueño, asegura que se perderá la función sin sentimiento de culpa.

Es una pelea interesante, sin duda, pero no es la mejor, sentencia; “Canelo es buen peleador, ha mejorado en cada combate, pero técnicamente no es el más depurado”.

Hay un poco de decepción en el espectáculo del boxeo que lo ha alejado del papel de espectador. Beristáin va al box como quien va a su oficina. Lo sigue por televisión si se trata de rivales de sus alumnos o si los peleadores se aproximan a lo que el veterano entrenador entiende de esta disciplina. De lo contrario, las evita, dispara con seguridad.

Este combate entre Canelo y Triple G tienen el mayor despliegue publicitario y de mercado, concede, no hay ni por asomo alguna pelea que los iguale en este momento, pero eso no termina de convencer al entrenador veracruzano.

Todo lo que ha rodeado esta pelea, las bravuconadas de ambos peleadores y sus equipos, los intercambios de insultos, le parecen a Beristáin una falta de respeto a un deporte en el que se pone en riesgo el atleta y por tanto exige completa sobriedad. En ese sentido, el entrenador tiene una noción clásica de lo que significa el boxeo.

Me molesta demasiado el duelo de ataques e insultos que han intercambiado los equipos de ambos, dice con evidente enfado; me parece de mal gusto y que abaratan la seriedad de este deporte en el que mucha gente se juega la vida. Siempre lo he dicho y quienes me conocen saben que a mí lo que menos me agrada es el circo que se crea en torno a un combate.

Eso, sostiene el entrenador, engancha con un sector de la afición que le da lo mismo la calidad del boxeo y buscan más el espectáculo y el escándalo.

Muchos aficionados van porque pagan boleto y les gusta ver eso que les venden, pero no porque quieran ver a dos boxeadores con una gran exhibición técnica, resume.

Después de la pausa por la sanción que la Comisión de Nevada impuso al mexicano tras el escándalo del clembuterol, el regreso al cuadrilátero para algunos puede servir para redimirlo. Beristáin piensa que con cualquier resultado ambos se verán beneficionados.

El perdedor no verá en riesgo su carrera y el negocio está asegurado. Golovkin es el único que arriesga algo real, su título de peso medio, pero cualquier escenario promete una tercera pelea. Todos ganan.