Directora General: Carmen Lira Saade
Director Fundador: Carlos Payán Velver
Suplemento Cultural de La Jornada
Domingo 28 de diciembre de 2014 Num: 1034

Portada

Presentación

Bazar de asombros
Hugo Gutiérrez Vega

Dos poemas inéditos
Nuno Júdice

La traducción poética
y Nuno Júdice

Blanca Luz Pulido

Una forma de atención
António Carlos Cortez

Nuno Júdice: un siglo
de poesía portuguesa

Luis María Marina

Notas sobre la poesía
de Nuno Júdice

Jenaro Talens

Ser la noche y el día
Luis García Montero

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Columnas:
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Artes Visuales
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Luis Tovar
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Des-balance 2014 (I DE II)

A la hora de hacer un análisis de lo que ha sido el año cinematográfico mexicano en materia de exhibición, participación de filmes nacionales, proporcionalidad entre éstos y los producidos fuera de México, etcétera, resulta que la única novedad es que no hay novedad: con datos de la Cámara Nacional de la Industria Cinematográfica (Canacine), preliminares hasta el lunes 15 de este mes pero prácticamente definitivos –variarán algunas cifras, pero su modificación no alcanzará a cambiar porcentajes ni ordenamientos–, van a continuación algunos datos cuantitativos.

Cuántos fueron al cine…

Como en años anteriores, la asistencia al cine medida tanto por número de habitantes como per capita será ligeramente superior a dos: 2.11 en el primer caso y 2.2 en el segundo. Tras un aumento ligeramente superior a las cien, la cantidad de salas comerciales habrá llegado a 5 mil 733, sin que esto signifique cambio alguno en la despareja distribución de las mismas en el territorio nacional. Esto significa que los 44 mil 158 asistentes que, como promedio, habrán asistido a dichas salas a lo largo del año, seguirán siendo sobre todo habitantes de los centros urbanos más poblados, en menoscabo constante de quienes pueblan las enormes regiones del país en donde no se cuenta siquiera con un solo cine, consolidándose así una suerte de centralismo regionalizado, si cabe el aparente oxímoron: ciudades como Guadalajara y Monterrey –pero no sólo éstas– emulan el patrón defeño de hiperconcentración de la disponibilidad no sólo cinematográfica sino, en general, de cultura y entretenimiento, para no hablar de la educativa, de centros laborales y de servicios básicos, más un dilatado etcétera.

… cuánto desembolsaron…

Aunque la siguientes cifras pasmosas sólo se refieren a salas comerciales –por lo que deberá sumarse el número de entradas correspondientes a salas de arte, universitarias y cineclubes–, dice Canacine que en el año a punto de concluir habrán sido vendidos poco más de 253 millones 100 mil boletos de entrada al cine. Con un costo por boleto en promedio de 46.7 pesos, la cantidad de dinero que distribuidores y exhibidores se habrán embuchacado este 2014 asciende a 11 mil 821 millones de muy devaluados, que a un tipo de cambio de 15 pesos por dólar equivalen a unos 788 millones de billetes verdes. Hay, por cierto, una disminución respecto de 2013, pero marginal: 90 milloncitos de pesos nada más, equivalentes a 0.75%, no deben significarle gran cosa a estos barones del negocio cinematográfico, y tenga usted por seguro que van a encontrar, si no es que ya lo han hecho, el remedio para evitar en lo futuro la pequeña merma; da lo mismo que quieran llamarle “ajuste al alza”, “actualización”, o que directamente lo atribuyan a la inflación, misma que por cierto amenaza con ser tremebunda en 2015.

… y qué fueron a ver

Si las cifras de lo “recaudado” –como le encanta decir a Mediomundo, repitiendo un lugar común que sin darse cuenta se hace eco de feos ánimos impositivos– no variaron sustancialmente de 2013 a este año que ya fenece, mucho menos lo hizo la composición de la materia que dio pábulo a las ganancias pingües. Para no perder sus pésimas costumbres, la exhibición cinematográfica en México fue muchas cosas menos mexicana: del total de estrenos, 90.5 por ciento correspondió a filmes extranjeros, con la consabida, sempiterna y falsamente inevitable preponderancia estadunidense, contra sólo 9.5 de cada cien para producciones nacionales. Esto representó una disminución de 1.4 en la composición mexicana del cine exhibido, ya que en 2013 se había alcanzado la cifra, inédita desde hacía mucho, de 10.9 por ciento; y tan contento que estaba Unoqueotro, porque un año atrás el salto hacia arriba fue espectacular: de un mísero 4.5 se había pasado al referido casi 11 por ciento, todo lo cual sólo demuestra cuán inestable, azarosa y multidependiente –dicho de otro modo, qué poco sistemática o estructural– resulta la presencia del cine mexicano en la mexicana exhibición, cuyo lugar en el ranking mundial, no se olvide, corresponde nada menos que al quinto puesto en cuanto a valor económico. El desbalance puede ser visto desde esta perspectiva: la cinta mexicana mejor colocada en términos de ingresos, es decir La dictadura perfecta, que hasta la fecha ha juntado 186 millones y medio de pesos gracias a sus 4 millones 125 mil 726 espectadores, se queda corta por 79 millones respecto de la décima película más taquillera de 2014 en México, es decir el bodriazo refrito titulado Cómo entrenar a tu dragón 2.

(Continuará)