Opinión
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México SA

SHCP cambia locutores

Economía: no alcanza

Muletillas vs resultados

S

in estar conciente de ello, la propia Secretaría de Hacienda envía las señales adecuadas para que los mortales lean correctamente el discurso oficial y entiendan la situación económica real del país, esto es, lo contrario a las siempre optimistas declaraciones públicas de sus funcionarios.

Cuando estaba en su apogeo el mexican moment (el truco propagandístico de arranque sexenal) quien tomaba el micrófono para dar las buenas nuevas oficiales y encabezaba todas las conferencias de prensa era el mismísimo secretario de Hacienda, Luis Videgaray, quien a diestra y siniestra prometía el oro y el moro.

Sin embargo, según empeoraban las condiciones económicas, en Hacienda bajaron un nivel en el escalafón burocrático y quien brincaba a la palestra y tomaba el micrófono era el subsecretario de ramo, Fernando Aportela, el que ya no prometía tanto pero sí dedicaba su mejor esfuerzo a capotear la tormenta y, desde luego, a maquillar los malos resultados.

Ahora que al zarandeo económico se le suma el político y el social, y que el ambiente está color de hormiga, la citada institución se fue a los peldaños intermedios –con ganas de ser menos que eso– de la escalera de mandos burocráticos, de tal suerte que la novedad es que los encargados de justificar los pésimos resultados, sonreír ante las cámaras y anunciar las noticias oficiales tienen rango de jefes de unidad.

Como van las cosas, para el próximo informe de la situación económica del país igual la Secretaría de Hacienda decide que sea el chofer del titular del ramo quien salga a explicar a la ciudanía los buenos datos en la economía y el mayor dinamismo que se registra. Tal vez el doble ministro del año está muy ocupado en celebrar sus galardones y de allí la falta de espacio en su agenda para directamente informar sobre el tema que le atañe, pero el hecho es que la economía nacional se mantiene en la lona, por muchas ganas y sonrisas en el escalafón burocrático.

En este sentido, ayer tres jefes de unidad de la SHCP (Planeación Económica, Política de Ingresos Tributarios y Política y Control Presupuestario) salieron a explicar que (sic) la verdad es que lo que vemos como evolución de diversos indicadores macroeconómicos y financieros recientes, todos apuntan a una aceleración importante de la economía mexicana en esta segunda mitad del año, como se había previsto.

Y más: hemos visto indicadores que son consistentes con la tasa de crecimiento de 2.7 por ciento que es la estimación que tiene la Secretaría de Hacienda. En los datos macroeconómicos, insisto y reitero que los datos que hemos visto, han sido una buena evolución no solamente en ciertos sectores, ciertas industrias, sino de una manera muy amplia y en todas las regiones del país. Entonces, nos mantenemos atentos de esa evolución y vemos cómo va la economía mexicana una vez que tengamos el producto interno bruto del tercer trimestre.

Lo peor del caso es que por estas mismas fechas, pero de 2013, los jilgueros hacendarios tomaron el micrófono y salieron a decir exactamente lo mismo: que el fuerte impulso en el segundo semestre, que las buenas cuentas, que las mejores condiciones y etcétera, etcétera, para que al final de cuentas se vieran en la penosa obligación de reconocer que ese año la sólida economía autóctona a duras penas había crecido 1.06 por ciento, contra 3.5 por ciento originalmente comprometido.

Para 2014 se aferran a 2.7 por ciento (olvidan que el compromiso original fue de 3.9 por ciento) y aseguran (con las mismas muletillas de 2013) que todo va viento en popa y que confían en que se alcance el recortado pronóstico oficial en materia de crecimiento económico, cuando todo apunta que si se alcanza 2 por ciento sería un verdadero milagro. En fin, con esos funcionarios y una foto de Peña Nieto no cabe duda de que la patria está a salvo.

En otro orden, en su reporte semanal el Centro de Investigación en Economía y Negocios (CIEN) del Tecnológico de Monterrey, campus estado de México, advierte que si bien en los meses recientes el sector externo de nuestro país ha mostrado un avance significativo, el hecho concreto es que no ha sido suficiente para que la economía nacional exhiba un ritmo de crecimiento más acelerado.

El CIEN reseña que el Indicador Global de Actividad Económica (IGAE) presentó un crecimiento de apenas 1.3 por ciento durante agosto pasado respecto del mismo mes de 2013, como resultado de que las tres grandes actividades económicas se ubicaron en terreno positivo (primarias, 7.6 por ciento, las de mayor crecimiento; secundarias, 1.4; y terciarias, uno. De esta forma, el avance de la economía de nuestro país durante los primeros ocho meses del año es de 1.9 por ciento, ligeramente superior a 1.3 por ciento obtenido durante el mismo periodo de 2013.

Lo anterior, todo indica, no alcanza para cerrar 2014 con el crecimiento de 2.7 por ciento estimado (versión recortada) por la Secretaría de Hacienda. Para ello, el último trimestre del año deberá cerrar como locomotora a toda velocidad para, eventualmente, cumplir con la citada proyección, aunque ni lejanamente ello sucederá.

El desempeño poco alentador del IGAE durante agosto (la cifra más fresca divulgada por el Inegi), apunta el CIEN, obedece a que las actividades secundarias (industriales) aumentaron sólo 1.4 por ciento en términos anuales luego de venir de una caída de 0.4 por ciento en 2013. Adicionalmente, se aprecia que el ritmo de crecimiento de las actividades terciarias (servicios) empieza a moderarse, ya que mientras en agosto de 2013 aumentaron 2.1 por ciento en el mismo mes de 2014 su crecimiento fue apenas de uno por ciento.

Ello se debe a que algunos de los rubros más representativos de las actividades terciarias exhibieron tasas de variación inferiores a las obtenidas el año previo, como es el caso del comercio (2.2 por ciento en 2014, contra 2.8 en 2013) y los servicios financieros, e incluso algunos otros como el transporte y los servicios profesionales registraron cifras negativas. Ante tal panorama, resultará complicado abandonar el ritmo de crecimiento económico inercial si todo queda únicamente en manos del sector externo.

Las rebanadas del pastel

Promete el inquilino de Los Pinos ir tras los delincuentes que secuestraron a siete ciclistas en el Ajusco. Pues bien, si EPN tiene los mismos resultados que con los muchachos de Ayotzinapa, entonces que los amantes del pedal se sienten a esperar en mullido sillón, porque aquí la cosa es calmada (Clavillazo dixit).

Twitter: @cafevega