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Economía Moral

Teorías y controversias sobre pobreza y persistencia del campesinado / II

¿Por qué la persistencia del campesinado pero no del artesanado?

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l menos seis preguntas deben ser satisfactoriamente contestadas para aclarar este complejo problema y acertar al definir políticas en la materia: 1. ¿La producción agrícola y la industrial tienen características diferentes que expliquen (al menos en parte) que no hablemos de persistencia del artesanado, pero sí del campesinado? 2. ¿Por qué la forma campesina de producción no ha desaparecido (persistencia) a pesar de pronósticos generalizados en sentido opuesto? 3. ¿Por qué la inmensa mayoría de los campesinos son pobres? (pobreza) 4. ¿Las respuestas sobre la persistencia y la pobreza están relacionadas? 5. ¿Por qué ha vuelto a ser promovida la economía campesina por los organismos internacionales? 6. ¿Qué se debe hacer? Hoy abordo la primera pregunta, que coincide con lo que pensaban tanto Kautsky como Lenin. Éste (Teoría de la cuestión agraria, Ediciones de Cultura Popular, México, p.12) se refiere al libro La cuestión agraria de Kautsky en términos muy elogiosos: “En la introducción, Kautsky ofrece ante todo una presentación sumamente precisa y acertada del problema. Del modo más categórico declara: “No cabe la menor duda –y nosotros estamos dispuestos a aceptarlo a priorique la agricultura no sigue en su desarrollo el mismo esquema que la industria, sino que obedece a leyes especiales”. Antes de esta frase, Karl Kautsky había señalado que

“Actualmente la socialdemocracia ha tomado tal vuelo que no le basta el campo de acción de las ciudades, pero en cuanto penetra en el campo choca con este poder misterioso que tantas sorpresas ha dado…. Comprende que la pequeña explotación agrícola no tiende a desaparecer rápidamente, que las grandes explotaciones del mismo género ganan terreno muy lentamente en unas partes, perdiéndolo incluso en otras. Toda la teoría económica sobre la que se apoya resulta falsa cuando se trata de aplicarla a la agricultura” (La cuestión agraria, Ediciones de Cultura Popular, 1974, p.10

Después del párrafo citado por Lenin, Kautsky concluye:

“La teoría marxista del modo de producción capitalista no consiste sencillamente en reducir el desarrollo de éste a la fórmula ‘desaparición de la explotación pequeña a la grande’…Si se quiere estudiar la cuestión agraria según el método de Marx…hay que examinar todas las transformaciones de la agricultura bajo el modo de producción capitalista. Es decir, averiguar: Si y cómo el capital se apodera de la agricultura, la transforma y hace insostenibles las viejas formas de producción y de propiedad, y crea la necesidad de otras nuevas. Sólo cuando hayamos respondido a estos enunciados podremos ver si la teoría marxista es o no aplicable a la agricultura, y si la supresión de la propiedad privada de los medios de producción ha de detenerse ante el más considerable de ellos, la tierra y el suelo. Con esto queda trazada claramente nuestra tarea” (p.12)

El cuadro busca contestar la primera pregunta, aclarando por qué la agricultura obedece a leyes especiales, para decirlo con Kautsky. O en otros términos, por qué los campesinos siguen siendo campesinos Para ello establece distinciones entre agricultura (A) e industria (I) basadas en John Brewster (The machine process in agriculture and industry, en Karl A. Fox y Gale Johnson, editores, Readings in the economics of agriculture, Londres, 1970) y en la contribución de Armando Bartra (punto 2, carácter de los medios de producción). La idea de sistematizar estas diferencias en un cuadro es de Henry Bernstein. Seis aspectos son abordados en los renglones: una columna se refiere a la industria (I), otra a la agricultura (A) y la tercera marca las consecuencias en A: 1) El objeto (O) de trabajo es inerte en I y el trabajo consiste en modificarlo o ensamblarlo. En A es un O vivo, biológico (plantas, semillas), y el trabajo consiste en estimular y cuidar su crecimiento biológico. La consecuencia en A es la incertidumbre. Factores fuera del control humano (clima, plagas) pueden afectar el crecimiento biológico. 2) Los medios de producción (maquinaria, herramientas) son fabricados por seres humanos en I y son naturales en O (tierra, agua, clima). En A la consecuencia es que no hay tendencia a la igualación de la productividad entre unidades agrícolas. Éste es el origen de la renta diferencial de la tierra. 3) Proceso de trabajo continuo en I y discontinuo en A. En A el tiempo de trabajo (estacional) es menor al de producción. En I son iguales. La estacionalidad agrícola, cuyo costo es trasladado a los campesinos y jornaleros en el capitalismo, explica (según Boltvinik) la persistencia y la pobreza campesinas. 4) En la I las actividades productivas son simultáneas (un alfiler es apenas cortado cuando otro se está empacando), mientras en A son secuenciales (sólo se puede cosechar cuando las plantas, que crecen al mismo tiempo, están maduras). Esto explica la alta división técnica del trabajo en I (baja en A) y fuertes economías de escala en la I (y débiles en A). Esto explicaría por qué las pequeñas unidades agrícolas pueden competir con las grandes en algunos productos y en algunos aspectos, por qué no desaparecen los campesinos. 5) Mientras en la I la ubicación del proceso de producción es flexible, pues los objetos se pueden mover a las máquinas operadas por hombres; en la A la ubicación del proceso de producción es fijo: es el lugar donde están las plantas. Los trabajadores y las máquinas se tienen que mover hacia ellas. Esto genera deseconomías de escala en unidades agrícolas muy grandes. 6) Mientras el producto de I es inerte (se puede almacenar durante largos periodos), el de A es (en algunos cultivos) altamente perecedero, lo que obliga a cosecharlos a tiempo y consumirlos pronto. Eso provoca que, en estos productos, de difícil almacenamiento, los precios fluctúen abruptamente, añadiendo a los riesgos naturales, mayores riesgos de mercado.

Todas estas diferencias, una vez enunciadas, nos parecen obvias. Pero como les pasaba a los socialdemócratas, cuya teoría económica resultaba falsa, según Kautsky, al aplicarla a la agricultura, así les ocurre ahora a los economistas ortodoxos que desconocen lo incluido en el cuadro y creen que se pueden explicar la producción industrial y la agrícola con la misma teoría. Naturalmente los economistas agrícolas sí entienden estas diferencias, pero la economía agrícola tiende a desaparecer de los programas de enseñanza de la economía, tanto en licenciatura como en posgrados.

En las discusiones sobre la persistencia y pobreza campesina, son pocos los autores concientes de la presencia e importancia de estas diferencias. Muchos otros las ven pero, como Djurfeldt (a quien cité en la entrega del 10/9/14), no derivan de ellas sus fuertes consecuencias. Las teorías sobre la persistencia y pobreza campesina (respuestas a las preguntas 2 y 3) que examinaré en la próxima entrega (Boltvinik, Bartra, y Contreras-Mann-Dickinson, principalmente), están basadas en alguna de estas características, de las cuales no todos los autores son conscientes o lo son a medias.

julioboltvinik.org