Sensaciones, como la impotencia por no poder hacer algo como ciudadano de a pie o la de un extraño sentido de comunidad, describe Víctor Solorio Reyes, emergen en su obra La vía en cloroformo, ganadora del Premio Nacional de Novela Negra Una vuelta de tuerca 2014, anunciado ayer.

Es realmente una fábula muy metida en estos asuntos de inseguridad que estamos viviendo, expresa en entrevista el autor michoacano de 26 años.

“Tiene todas las convenciones de la novela negra, donde el peso lo lleva el personaje principal, un poco en la vena de Raymond Chandler. Se trata de un ex militar que se dedica al boxeo y por cuestiones personales se ve involucrado en la investigación de un caso que lo lleva a tener contacto con los cárteles y la política”.

La novela surgió muy influenciada por lo que se vive a diario en Morelia, principalmente sensaciones, admite Solorio Reyes. Por ejemplo, entre sus páginas aparece un narcobloqueo. A lo largo de los últimos ocho años ha habido momentos y sucesos donde hay sensaciones que se propagan en la mayoría de los habitantes, que no se pueden ni siquiera hablar porque todos estamos inmiscuidos.

Respecto del programa cultural promovido por el gobierno federal para contener la violencia, opina: Es un buen paso, pero muy tarde. Señala que efectivamente, tiene la intención de atraer a los jóvenes y evitar que entren en el movimiento criminal, pero ya es muy tarde. Esto debió hacerse hace ocho años. Ahora estamos muy lejos de tener solución.

El jurado, por unanimidad, eligió La vía en cloroformo por la capacidad del autor para crear un protagonista de rasgos originales, que acostumbra realizar estupendas observaciones sobre la naturaleza. Es la historia de Eleuterio Maro, quien debe descubrir las razones de la tortura y muerte de su compadre Agustín. En la narración, difundió en un comunicado Planeta, hace un fresco ingenioso que mezcla el narcotráfico, la marginalidad y la pobreza. Retrata situaciones y dramas de la vida cotidiana en una ciudad de provincia.

Diseñador gráfico de profesión, eso me da de comer, dice Víctor Solorio, quien se expresa sorprendido y jubiloso por el premio. He tomado la literatura como una forma de mantenerme despierto. Entonces, la noticia me hace replantear. No tenía pensado dedicarme a la literatura. Este premio valida el valor que pueda tener mi obra.

Dotado con cien mil pesos y un diploma, el galardón incluye la publicación de la obra por Planeta. Prácticamente no tengo nada publicado, comenta, pues sólo obtuvo un premio en una antología de cuento de ciencia ficción y terror, con la Editorial Caligrama y una novela con recomendación para publicar con Editorial Moho, que no ha visto la luz.

Explica que comenzó a escribir motivado por las lecturas de Chandler, Dashiell Hammett y Paco Ignacio Taibo II.

El concurso fue organizado por el Instituto Queretano de Cultura y las Artes, en colaboración con el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes y Grupo Planeta.