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Presentan la obra más reciente de la escritora, publicada por Suma de Letras

La historia de Lupita abarca a millones de personas excluidas: Laura Esquivel

En un mundo interconectado, si alguien supera sus miedos, el resto también lo hace, expresa

Abre la realidad para que nos duela y nos espejeemos en ella, señala el cineasta Santiago Pando

Foto
Laura Esquivel, Regina Orozco y Sergio Arau durante la presentación de A Lupita le gustaba planchar, libro cuya protagonista es una mujer policía, adicta y testigo del asesinato de un políticoFoto José Antonio López
 
Periódico La Jornada
Viernes 6 de junio de 2014, p. 5

La escritora Laura Esquivel presentó su nueva novela A Lupita le gustaba planchar, cuyo personaje principal, una mujer policía, adicta y testigo del asesinato de un político, es una imagen representativa de todos esos millones de personas excluidas, maltratadas y violentadas por el mundo en el que vivimos.

La autora de Como agua para chocolate habló del origen de su nuevo libro, publicado por el sello Suma de Letras, que comenzó a escribir hace 10 años y tenía otro título: Astilla de cristal. Al terminarlo se lo dio a leer a su hija y “le puse como carátula el título del primer capítulo. Ella me dijo: ‘¡qué chingón título mamá’, y eso me dejó girando”, y propuso a la directora de la editorial, Laura Lara, cambiar el nombre y así se quedó: A Lupita le gustaba planchar.

Mujer medicina

La portada es el cuadro Medusa unplug, de Sergio Arau, y tampoco estaba planeada, pero al ver el cuadro, una mujer tatuada con cabellos que no son serpientes sino cables, “me di cuenta de que representa perfectamente el espíritu de Lupita y el tema que tiene que ver con la interconexión”, dice Laura Esquivel.

El personaje central de la novela “es como esa medusa llena de cables que buscan enlazarse, conectarse, sostenerse, integrarse a un mundo que la ha excluido, maltratado, violentado. Hay millones de personas que viven esa situación y Lupita es esa imagen representativa de gente que cuando abre los ojos le duele el mundo”.

Lupita “observa el absurdo de ser una policía adicta que trata de capturar narcos. La búsqueda de Lupita es la de todos nosotros, sus dolores, sus miedos, culpas y anhelos son los mismos, caemos junto con ella, lloramos, reímos, pateamos, sembramos y nos convertimos en parte de todo al mismo tiempo que ella lo hace. En un mundo interconectado, si alguien supera sus miedos, el resto también lo hace”.

Durante la presentación, el cineasta Santiago Pando señaló que Lupita representa esta contradicción constante que vivimos, este momento, esta presión tan fuerte y dura que nos obliga a movernos, mientras que Laura Esquivel tiene una particularidad: es una mujer medicina que usa la escritura para sanarnos. Escribe como si tuviera en una mano un bisturí que va abriendo la realidad para que la veamos, nos duela, nos espejeemos en ella, y en otro plano usa su otra mano para tejer, y va tejiendo, tejiendo, como esa serpiente emplumada que es Quetzalcóatl, ese momento tan desastroso que en realidad es el mero momento que vamos a estar viviendo, porque la naturaleza nos enseña que donde está el veneno, está el antídoto. No hay nada bueno ni malo, todo tiene un propósito.

Al discurso de Pando, siguió la lectura dramatizada de algunos fragmentos de la novela en voz de la actriz y cabaretera Regina Orozco, y al final, tocaron la banda de rock Segregados y la Banda Sinfónica de la Secretaría de Seguridad Pública de Oaxaca.