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En el filme, la colaboradora de La Jornada describe cómo llegó a México

Difunden video sobre la vida de Poniatowska; fui periodista de un de repente, relata
 
Periódico La Jornada
Viernes 28 de febrero de 2014, p. 5

La periodista y escritora Elena Poniatowska se volvió a hacer presente en la edición 35 de la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería, esta vez por medio del video Querida Elena, producido por la Dirección General de Televisión Universitaria de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), que fue proyectado ayer en el Salón de Firmas.

En el filme de aproximadamente 40 minutos de duración, la colaboradora de La Jornada relata incidentes de su vida, como sus impresiones al llegar a México en 1942, sus primeros estudios y cómo se inició en el periodismo. Con modestia dice: Nunca pensé ser periodista. Lo fui de un de repente. Relata que en aquella época, 1954, había pocas mujeres periodistas.

También recuerda que la única vez que su madre le acompañó fue cuando entrevistó a Diego Rivera, porque el muralista le había pintado a la tía desnuda. Así como la vez que la visitó en su casa Andrés Manuel López Obrador para pedirle el apoyo que le sigue dando hasta la fecha.

Figura ética relevante

Elena Poniatowska también se refiere a varios de sus libros, como Hasta no verte Jesús mío, que es la historia de Jesusa Palancares, quien no sabía leer ni escribir, pero de quien más he aprendido; El tren pasa primero, La noche de Tlatelolco, Tinísima y La herida de Paulina.

En el video toman la palabra el caricaturista Rafael Barajas, El Fisgón, para quien Poniatowska es una figura ética relevante para la nación; el crítico de cine Carlos Bonfil, quien hace hincapié en el acercamiento de la periodista a figuras del celuloide, como Cantinflas, Gabriel Figueroa y María Félix. Son entrevistas con un toque literario, que se convierten en una recreación de atmósferas, acota.

El artista Vicente Rojo, quien la recuerda más en el suplemento de Novedades, señala la novela Tinísima (1992) como la primera vez que tocaba un tema internacional.

A la escritora Rosa Beltrán se le vienen dos palabras cuando piensa en Poniatowska: esperanza y estrategia.

Para el crítico literario Michael Schuessler pronto la periodista se dio cuenta que tenía que hacer entrevistas que fueron útiles para México.