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Reportaje / Proyecto comunitario de resistencia ecológica

El jardín botánico El Charco del Ingenio funciona sin financiamiento oficial

Pugnan por inducir un cambio cultural en favor de la naturaleza

Nuestro objetivo no es el lucro, sino la educación ambiental, dice el director del espacio

Muchas personas no saben ni cómo se llaman los mezquites o los huizaches

La reserva natural que ocupa el jardín botánico El Charco del Ingenio, en San Miguel de Allende, propone el rencuentro de los individuos con las plantas mexicanas, para no olvidar sus nombres

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Algunas de las cactáceas que habitan y se cultivan en el El Charco del IngenioFoto Carlos Cisneros
Enviada
Periódico La Jornada
Miércoles 12 de junio de 2013, p. 3

San Miguel de Allende, Gto.

En 2004 El Charco del Ingenio fue consagrado como zona de paz por el Dalai Lama, líder del pueblo tibetano y Nobel de la Paz 1989, durante su visita a México, por tratarse de un espacio libre de violencia y de armas, dedicado por entero a la conservación de la naturaleza y al desarrollo comunitario.

Además de un acercamiento a la naturaleza, el sitio ofrece actividades culturales, como conciertos que efectúan en el fondo de la cañada. Ahí han ocurrido desde un recital sinfónico hasta uno de piano en 2012, a cargo del intérprete is-raelí Michael Tsalka, memorable por la dificultad para bajar el instrumento por senderos rocosos.

Obras de Mozart, Schubert, Chopin, Liszt, Ullmann y Erik Satie fueron disfrutadas en esa ocasión por el público que se acomodó (como siempre) en las laderas para dar la bienvenida a la primavera, pues esas presentaciones musicales ocurren cada 21 de marzo.

Tratamos de ofrecer nuevas y creativas actividades para atraer a los visitantes. Esperamos que, al final, las personas puedan sensibilizarse en torno a diversos aspectos del cuidado del medio ambiente. Lo ideal sería que se fueran cuestionando sus patrones de producción y consumo, y con la intención de ser protagonistas, aunque sea a escala pequeña, de un cambio cultural en favor de la naturaleza, señala el director del espacio, Mario Arturo Hernández Peña.

Reitera que al ser una organización de la sociedad civil la responsable del jardín, han funcionado durante casi 23 años “sin financiamiento oficial. Pero no por ello nos consideramos un parque ecológico privado. La figura que nos cobija es la de un consejo ciudadano que representa a varios sectores de San Miguel de Allende.

La entrada cuesta 40 pesos; estudiantes 30, los niños menores de 10 años no pagan y, los domingos, los residentes de la ciudad que muestren su credencial de elector para comprobarlo, entran gratis. Los que cuidan la entrada tienen instrucciones de que si llegan familias de escasos recursos se les permita el acceso con un cobro simbólico: 20 pesos por todos, máxime si es la primera vez que vienen. Nuestro objetivo no es el lucro, sino la educación ambiental.

En El Charco del Ingenio se puede aprender desde cómo aprovechar la energía solar o el agua captada de la lluvia, hasta volver a entrar en contacto con la naturaleza algo que, parece increíble, pero a muchas personas, sobre todo de las grandes ciudades, se les ha olvidado, al grado de que muchos no saben ni cómo se llaman los mezquites o los huizaches. Lo terrible es que al no significarles algo, al no saber nombrarlos, tiene un valor cero para ellos. Ese rencuentro con las plantas mexicanas es lo que aquí enfatizamos.

El 23 de junio se realizará en el jardín botánico uno de los encuentros mensuales más esperados: la ceremonia de la Luna llena, que tiene lugar en la Plaza de los Cuatro Vientos, bajo la conducción de Alicia Mayo. Se recomienda llegar un poco antes para admirar, entre las montañas del horizonte, la coincidencia de la puesta de Sol y la salida de la Luna, además de ir abrigados. Se puede llevar algún instrumento musical.

Del 8 de julio al 2 de agosto se impartirá un curso de verano para niños, consistente en dinámicas recreativas enmarcadas en un programa de preservación, biodiversidad y educación ambiental.

Los temas abarcan la conservación biológica, cactáceas, la vida en las zonas áridas, reptiles, aves, cultura del agua y la elaboración de un botiquín con plantas medicinales; el aprendizaje de técnicas de supervivencia, dibujo botánico, arte popular, fotografía de naturaleza, deportes y visita al temazcal que se encuentra en El Charco del Ingenio.

El 6, 7 y 8 de septiembre el jardín botánico será sede del Festival Internacional del Colibrí; habrá conferencias, recorridos de observación de aves y flores silvestres, talleres, exposiciones y un tianguis cultural, entre otras actividades.

Más información en la página de Internet: elcharco.org.mx o en el correo electrónico: charcodelingenio [email protected].