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Tiene que darse a partir de la razón, no de la política, afirman

Reforma a CCH debe incluir la opinión de todos los sectores, dicen académicos
 
Periódico La Jornada
Viernes 24 de mayo de 2013, p. 10

En la actualización al Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) tiene que participar el mayor número de integrantes de la comunidad de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), y la construcción de esa reforma debe darse a partir de la razón y no de la política, señalaron académicos universitarios.

Durante el foro La reforma curricular en el CCH y los estudios latinoamericanos, realizado en la Facultad de Filosofía y Letras (FFL), Manuel Pérez Rocha, ex coordinador del Colegio de Ciencias y Humanidades y antiguo rector de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, hizo un recuento del origen de ese sistema de bachillerato universitario.

Recordó que el proyecto original, impulsado por el ex rector de la UNAM, Pablo González Casanova, era transformar la formación a partir del modelo aprender a aprender y romper con la distancia que existía entre las ciencias y las humanidades.

Otra de las intenciones de esa propuesta era transformar las formas verticales en el manejo de la universidad y en la relación maestro-estudiante,

En el foro, organizado por estudiantes y profesores del Colegio de Estudios Latinoamericanos (CELA), apuntó que el conservadurismo en la UNAM, que aún persiste, se opuso a ese proyecto revolucionario en términos pedagógicos, educativos e institucionales. Aseveró que el proyecto tuvo como principal adversario al sucesor de González Casanova: Guillermo Soberón, y que si no desapareció fue por la presión ejercida por académicos y estudiantes.

Pérez Rocha se refirió además al actual proceso de actualización del CCH, al documento conocido como 12 puntos y al diagnóstico sobre ese sistema elaborado por la dirección general del colegio.

Hay un descuido pavoroso en ese diagnóstico, es lamentable el nivel académico de los documentos. Esas propuestas no son la solución para la problemática que hoy enfrenta el colegio. El escándalo es porque existe reprobación y deserción, se presentan gráficas, pero nadie se pregunta por qué, no hay análisis. Se debe reflexionar acerca de las motivaciones de los jóvenes para estudiar porque hoy la enseñanza no garantiza la obtención de un empleo.

En su turno, Juan de Dios Escalante, profesor de la FFL y del CCH, indicó que la construcción de esa reforma debe estar apegada a la realidad compleja y a un planteamiento humanista, y no depender de proyectos externos.

Agregó que la toma de la torre de rectoría se ha reducido a un análisis de los grupos de choque, pero la reflexión debe incluir el origen filosófico del conflicto, del por qué está pasando todo esto, y no quedarse sólo en la coyuntura.

Rafael Campos, académico del CELA, indicó que el proceso de actualización del CCH debe expresarse una opinión lo más amplia y democrática de todos los sectores de la universidad.

El grupo que tomó rectoría –subrayó– no ha explicado con bases y trabajo académicos las razones de su acción. Preocupa que en realidad a este movimiento entren grupos de choque para desestabilizar al rector (José) Narro. Deben trabajar académicamente y dar el contexto y la motivación social.