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La delegación oficial admite que está inconforme con el ritmo de las pláticas en La Habana

Rechazan las FARC críticas por lentitud en el diálogo con el gobierno

El jefe negociador rebelde asegura que una paz mal hecha es peor que una guerra

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Humberto de la Calle, ex vicepresidente de Colombia y jefe de la delegación gubernamental que dialoga en La Habana con las FARC, ayer al llegar al Palacio de las ConvencionesFoto Xinhua
 
Periódico La Jornada
Lunes 20 de mayo de 2013, p. 19

La Habana, 19 de mayo.

Al cumplirse hoy seis meses de las negociaciones de paz en esta capital entre las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el gobierno del presidente colombiano, Juan Manuel Santos, el jefe del equipo negociador rebelde, Iván Márquez, calificó de positivo el avance logrado hasta ahora y rechazó que el diálogo sea lento, ya que una paz mal hecha es peor que una guerra.

La delegación gubernamental, liderada por el ex vicepresidente Humberto de la Calle, señaló por su parte avances en el diálogo, aunque también hizo ver su inconformidad con el ritmo del acercamiento iniciado el 19 de noviembre, informaron las agencias.

Estos temas debemos tratarlos con serenidad y profundidad si queremos sentar unas bases sólidas para la construcción de una paz estable y duradera, declaró Márquez, poco antes de entrar al salón del Palacio de las Convenciones donde se desarrolla el diálogo.

Márquez aseguró que las pláticas avanzan en medio de las complejidades que implica acercar posiciones diametralmente opuestas sobre el desarrollo rural.

Estamos satisfechos (con la marcha de las negociaciones), no entiendo por qué dicen (algunos observadores del proceso) que el ritmo es lento.

Márquez, número dos de las FARC, ha descartado más de una vez acelerar las conversaciones al señalar que una paz mal hecha, firmada a las carreras, es peor que una guerra.

Sobre la decisión de Santos de presentarse a la relección, el jefe negociador de los rebeldes señaló que libera al proceso de paz de presiones innecesarias de tiempo, pues, aseguró, necesitamos tiempo para construir un buen tratado.

También expresó optimismo sobre la posibilidad de concretar acuerdos próximamente, al señalar que ambas partes comprenden la necesidad de buscar la soberanía alimentaria para un país que importa 10 millones de toneladas de alimentos al año.

Márquez insistió en que es imprescindible resolver el problema del latifundio, tema sobre el cual pretenden desde hace seis meses encontrar una salida política en La Habana con la participación de Cuba y Noruega, en calidad de garantes, y el acompañamiento de Chile y Venezuela.

Este domingo se cumplen seis meses desde que comenzaron las conversaciones de paz. En la actual ronda, iniciada el miércoles, las partes intentan cerrar el primero de los cinco puntos de la agenda, el tema agrario, antes de pasar al segundo sobre la participación política.

Los otros temas en discusión son drogas ilícitas, abandono de las armas y la situación de las víctimas del conflicto.

Durante la semana que inicia proseguirá el noveno ciclo de las pláticas, con la atención de la sociedad colombiana y amplios sectores de la opinión pública internacional centrados en cualquier anuncio de avances.

En las últimas horas, el diario colombiano El Tiempo reportó que el gobierno y las FARC informarán de un acuerdo para entregar tierras a unos 250 mil campesinos.

Según el rotativo, en los próximos días se anunciará la redistribución a los labriegos de unas tres millones de hectáreas de tierra con el objetivo de disminuir la brecha entre el campo y la ciudad, cuestión que las partes en diálogo no han ratificado o negado hasta el momento.